Los estanques de jardín: aliados inesperados de la biodiversidad urbana

La urbanización está transformando rápidamente los paisajes a nivel mundial, lo que se ha convertido en un motor clave de la pérdida de biodiversidad global. Este fenómeno afecta negativamente a la biodiversidad al crear entornos selectivos que limitan la diversidad de especies en áreas urbanas en comparación con hábitats naturales. En medio de este desafío, resulta crucial entender y mejorar la infraestructura verde y azul urbana.

Los estanques de jardín son características acuáticas pequeñas pero significativas que se están volviendo cada vez más comunes en las áreas urbanas. Proporcionan numerosos servicios ecosistémicos, como fines estéticos, regulación del microclima y hábitats para especies ornamentales. No obstante, su papel en el apoyo a la biodiversidad sigue siendo en gran medida desconocido.

El Proyecto MyPond y su Impacto en la Biodiversidad Urbana

Un reciente proyecto de ciencia ciudadana llamado MyPond, impulsado por investigadores del Centro de Investigación Ecológica HUN-REN en Hungría, destaca el potencial de los estanques de jardín como contribuyentes cruciales a la biodiversidad urbana. A través de una encuesta en línea, se recopilaron datos de más de 800 propietarios de estanques, revelando información sobre cómo estos pequeños cuerpos de agua apoyan a diversos animales, incluidos anfibios, odonatos y aves.

El estudio exploró el impacto de las características de los estanques, las prácticas de gestión y la urbanización en la presencia de estos animales, arrojando luz sobre la importancia de la gestión de estanques para la vida silvestre. Según Zsuzsanna Márton, primera autora del estudio publicado en Landscape and Urban Planning, «nuestros hallazgos revelaron que características clave de los estanques, como la edad, el área y la vegetación acuática y ribereña, tienen una fuerte influencia en la presencia de los animales estudiados».

Los resultados indican que los anfibios y sus renacuajos, así como los odonatos y las aves, son menos propensos a estar presentes en estanques recién instalados (0-1 año), lo que puede deberse a la falta de vegetación y sedimentos que ofrezcan lugares de refugio y reproducción.

Además, se observó que la vegetación acuática se asociaba positivamente con la presencia de renacuajos, odonatos y aves, lo que resalta el papel estructurador de la vegetación acuática que beneficia a la biodiversidad. Por el contrario, la adición de algicidas afectó negativamente la presencia de anfibios y sus renacuajos.

En áreas fuertemente urbanizadas, se registraron menos avistamientos de anfibios adultos y sus renacuajos, mientras que estos estanques fueron visitados por un mayor número de odonatos y aves. A pesar de estos desafíos, los estanques de jardín emergen como refugios vitales para la vida silvestre, albergando un total de 13 especies de anfibios en todo el país y proporcionando hábitats secundarios críticos dentro de los paisajes urbanos.

Más allá de su contribución a la biodiversidad, el estudio subraya la importancia ecológica de los estanques de jardín y proporciona información práctica para la conservación de la biodiversidad urbana, alentando una gestión y diseño reflexivos de estos espacios para maximizar sus beneficios. «Nuestra investigación demuestra que la ciencia ciudadana es una herramienta poderosa para la planificación urbana, ya que puede contribuir a recopilar datos valiosos sobre la biodiversidad urbana y utilizarlos para estrategias de conservación más eficientes», añade la doctora Zsófia Horváth, autora senior del estudio.

Los estanques de jardín pueden ofrecer pasos importantes, conectando otros hábitats acuáticos en el paisaje. Además, la participación de los ciudadanos puede aumentar la conciencia sobre los problemas ambientales y su papel en ellos, lo que podría llevar a un compromiso más activo en el apoyo al desarrollo de infraestructura verde y azul.