Un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha puesto de manifiesto la preocupante situación de los bosques primarios y antiguos en Suecia y Finlandia, los dos países más boscosos de Europa. Según el documento, ambas naciones no están cumpliendo con los compromisos establecidos por la Unión Europea en materia de protección de sus recursos forestales, exponiendo así un déficit en sus políticas ambientales.
El WWF señala que cada año se talan miles de hectáreas de bosques de alto valor ecológico, a pesar de su crucial importancia para la estabilidad climática, la biodiversidad y la salud ecológica a largo plazo. La organización ha criticado que Suecia y Finlandia están “explotando lagunas legales para permitir la tala en bosques que deberían estar protegidos”.
Por su parte, los propietarios de bosques privados defienden que están cumpliendo con la legislación vigente y argumentan que su actividad es necesaria. Magnus Kindbom, director de silvicultura de la Federación de Agricultores Suecos (LRF), declaró a la AFP que “nadie corta árboles solo por diversión; lo hacemos porque hay una necesidad en la sociedad”. Kindbom añadió que el uso de productos de madera no tiene un impacto negativo en el clima, a diferencia de los combustibles fósiles.
Un dilema ambiental
La industria forestal en Suecia es responsable de aproximadamente 140,000 empleos, según la Federación de Industrias Forestales Suecas, que representa a empresas en los sectores de pulpa, papel y procesamiento de madera. Sin embargo, la tala de árboles plantea un dilema: cómo equilibrar el acceso a más biomasa para mejorar el clima y al mismo tiempo considerar su impacto en la biodiversidad.
Los bosques son el segundo mayor sumidero de carbono después de los océanos, lo que subraya la importancia de preservarlos. La Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE, que entró en vigor en agosto, establece que el 20% de las áreas naturales, incluyendo bosques y pantanos, deben ser restauradas a su estado de 1950 para 2030.
El WWF ha manifestado que el actual gobierno sueco ha mostrado poco interés en proteger estrictamente los bosques primarios y antiguos en tierras privadas, lo que ha llevado a una pérdida continua de estos ecosistemas debido a la tala a gran escala. En respuesta a las críticas, Peter Kullgren, Ministro de Asuntos Rurales de Suecia, afirmó que “Suecia es un líder en protección forestal”, destacando que más del 25% de los bosques suecos han sido excluidos de la producción y más del 10% están estrictamente protegidos.
No obstante, un artículo de 2024 publicado por el Centro de Información de Especies de Suecia de la Universidad Sueca de Ciencias Agrarias advierte que la biodiversidad en los bosques del país no está en buen estado. Según el estudio, la tala de bosques de alto valor natural es una de las principales razones por las que las especies forestales se ven amenazadas. Actualmente, los bosques suficientemente antiguos son considerados “raros” en Suecia, y solo un pequeño porcentaje de las tierras forestales productivas puede clasificarse como antiguas en un sentido biológico.