Un juez federal de Seattle, John Coughenour, ha suspendido temporalmente el decreto presidencial del expresidente Donald Trump que buscaba restringir la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos. En su fallo, Coughenour calificó la orden de “blatantemente inconstitucional”, lo que ha generado un amplio debate sobre la interpretación de la Constitución estadounidense.
El decreto, firmado por Trump el 20 de enero, pretendía negar la ciudadanía a los niños nacidos en el país si ninguno de sus padres era ciudadano estadounidense o residente permanente legal. Esta medida fue recibida con una fuerte oposición por parte de demócratas y defensores de los derechos humanos, lo que llevó a más de 20 estados liderados por demócratas, así como al Distrito de Columbia y la ciudad de San Francisco, a presentar demandas en Boston y Seattle. Estas acciones legales argumentan que Trump había violado la Constitución de Estados Unidos.
Reacción Judicial y Legal
La orden de restricción solicitada por los estados de Arizona, Illinois, Oregón y Washington fue la primera en ser escuchada por un juez, y su fallo tiene efectos a nivel nacional. Durante la audiencia, el juez Coughenour interrumpió en varias ocasiones al abogado del Departamento de Justicia, Brett Shumate, cuestionando la legalidad del decreto de Trump. “No recuerdo otro caso en mi larga carrera donde la Constitución haya sido tan abiertamente violada”, afirmó Coughenour.
El Departamento de Justicia, por su parte, ha manifestado su intención de “defender vigorosamente” la orden de Trump, insistiendo en que esta “interpreta correctamente” la Constitución. En un comunicado, el departamento expresó su deseo de presentar un argumento completo ante el tribunal y ante el pueblo estadounidense, que, según ellos, está ansioso por ver las leyes del país aplicadas.
Este decreto forma parte de un conjunto más amplio de políticas conocidas como ‘America First’, que Trump implementó tras su toma de posesión. En este contexto, el expresidente instruyó a las agencias gubernamentales a intensificar la lucha contra la inmigración ilegal y el crimen organizado, prometiendo proteger a los estadounidenses de lo que describió como una “invasión” a través de la frontera con México. Además, Trump designó a los carteles de drogas como organizaciones terroristas extranjeras y envió tropas adicionales para ayudar a los agentes fronterizos a gestionar el aumento de migrantes.
En su primera entrevista tras asumir el cargo, Trump afirmó que “miles” de terroristas habían ingresado al país y acusó a Venezuela de “trasladar” bandas criminales a Estados Unidos, lo que ha alimentado aún más la controversia en torno a su administración y sus políticas migratorias.
