Los hutíes de Yemen han calificado como «un gran honor» la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reincorporar al grupo en su lista de «organizaciones terroristas extranjeras». Esta declaración ha sido acompañada de una ironía por parte de los líderes hutíes, quienes han afirmado que «hubiera sido más peligroso ser incluido en su lista de amigos».
Reacciones de los hutíes ante la decisión estadounidense
El viceportavoz del grupo, Naserladín Amer, expresó a través de un mensaje en la red social X que «si Estados Unidos nos hubiera incluido en su lista de amigos, esto habría sido más peligroso para nosotros y más provocativo que el que nos haya incluido en sus listas de terroristas». Esta afirmación refleja el desdén que el grupo tiene hacia la política exterior estadounidense, que a menudo se percibe como intervencionista y perjudicial para los intereses de los países de la región.
Amer también criticó a Estados Unidos, describiéndolo como «el país más criminal del mundo», y argumentó que «ser amigo de Estados Unidos significa que te ordeñará como hace con Arabia Saudí». Esta crítica se dirige no solo a la política estadounidense, sino también a su alianza con Riad, que ha estado involucrada en una ofensiva militar contra los hutíes en apoyo a las autoridades reconocidas internacionalmente en Yemen.
La inclusión de los hutíes en la lista de organizaciones terroristas por parte de Estados Unidos ha suscitado un debate sobre las implicaciones de esta medida en el conflicto yemení, que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados. La postura de los hutíes, que se ven a sí mismos como defensores de su soberanía frente a la intervención extranjera, contrasta con la narrativa de Estados Unidos y sus aliados, que los consideran un grupo extremista que amenaza la estabilidad regional.
