El 4 de enero se celebró una ceremonia en la Academia de Ajedrez Dhanuka Dhanseri Dibyendu Barua en Kolkata, India, para honrar los logros de sus estudiantes. Entre los asistentes se encontraban padres orgullosos, niños en edad escolar y adolescentes que muestran un gran potencial en el ámbito del ajedrez a nivel estatal y nacional.
Sin embargo, la atención de los periodistas se centró en un niño de tres años que, a pesar de su corta edad, ha logrado convertirse en el jugador más joven del mundo con una clasificación FIDE. Anish Sarkar, quien cumplirá cuatro años el próximo domingo, ha capturado la atención del mundo del ajedrez tras obtener su calificación en noviembre, a la edad de tres años y ocho meses.
Anish comenzó su andadura en el ajedrez de manera casual, jugando en un tren donde se encontró con un niño mayor que él. Su madre, R. Chatterjee, recuerda cómo, a pesar de no tener experiencia previa en el ajedrez, su hijo sorprendió a todos al ganar su primera partida. “Como muchos padres, queríamos inscribirlo en clases de dibujo o canto, pero nos dimos cuenta de que tenía talento”, comentó.
Un talento precoz en el ajedrez
La carrera competitiva de Anish comenzó en octubre, cuando participó en el Torneo Abierto Sub-9 de Bengala Occidental, donde logró 5.5 puntos de 8 y terminó en el puesto 24. Una semana después, se enfrentó a jugadores de al menos seis años mayores en el Torneo Abierto Sub-13, donde cumplió con el requisito de enfrentarse a cinco jugadores clasificados, obteniendo así una calificación inicial de 1555. Este logro le permitió romper el récord anterior de Tejas Tiwari, quien se había convertido en el jugador más joven con clasificación FIDE a los cinco años.
La dedicación de Anish es notable, ya que pasa entre siete y ocho horas al día practicando ajedrez. Su madre ha decidido acompañarlo en este camino, aprendiendo junto a él los nombres de las estrategias y movimientos. “No quiero quedarme fuera de lo que es tan importante en su vida”, afirmó Chatterjee.
El fundador de la academia, Chandra Kumar Dhanuka, y el entrenador Dibyendu Barua, inicialmente mostraron reticencias a admitir a Anish debido a su corta edad. Sin embargo, tras observar su talento, Barua cambió de opinión. “En pocos minutos, me di cuenta de que tenía una chispa especial”, comentó.
La percepción del ajedrez en India ha cambiado considerablemente en los últimos años. Barua, quien se convirtió en campeón nacional a los 16 años, señala que ahora muchos padres fomentan el interés de sus hijos en el ajedrez, reconociendo sus beneficios para el desarrollo cognitivo. Con el éxito de Anish, la demanda de clases para niños aún más pequeños ha aumentado, lo que refleja un cambio cultural significativo.
A pesar de su éxito, Barua se muestra cauteloso y enfatiza que el camino hacia convertirse en gran maestro es largo. “Anish es solo un niño que ama el ajedrez. No quiero que pierda la alegría que le brinda este juego”, subrayó. Esta perspectiva es compartida por expertos en ajedrez, quienes advierten sobre los peligros de presionar a los prodigios desde una edad temprana.
Fuera del tablero, Anish es un niño como cualquier otro. Disfruta de jugar al fútbol, comer biryani y ver el canal educativo de YouTube, Blippi. Sin embargo, su inclinación hacia el ajedrez es evidente incluso en su tiempo libre. Su madre, consciente de la atención que recibe, se preocupa por las expectativas que la sociedad puede imponerle. “Es difícil protegerlo de la atención, y no quiero que sienta presión”, concluyó Chatterjee.
