La misión Kepler de la NASA, que operó durante casi una década, se ha consolidado como una de las más exitosas en la búsqueda de exoplanetas, habiendo confirmado cerca de 2,600 planetas, lo que representa casi la mitad de los exoplanetas conocidos hasta la fecha. Sin embargo, la mayoría del análisis de datos se centró en solo uno de los 150,000 objetivos que el telescopio tenía la intención de observar. A lo largo de sus observaciones, se capturaron también muchas estrellas de fondo, cuyos datos habían sido pasados por alto.
Investigadores del Observatorio Konkoly de Hungría, John Bienias y Robert Szabó, han dedicado tiempo a analizar estas estrellas de fondo y han publicado recientemente un trabajo en el servidor de preprints arXiv, sugiriendo la posibilidad de que haya siete nuevos candidatos a exoplanetas ocultos en los datos de Kepler.
Redescubriendo datos olvidados
El conjunto de datos de Kepler es de acceso público, lo que permite a los investigadores descargar y analizar la información recopilada. A pesar de que más de 3,136 artículos científicos revisados por pares han utilizado estos datos, los autores del nuevo estudio encontraron elementos interesantes que habían sido pasados por alto. Anteriormente, otros estudios habían utilizado el mismo conjunto de datos para describir estrellas binarias eclipsantes y estrellas RR Lyrae, un tipo de estrella variable pulsante.
Al investigar más sobre fenómenos relacionados, los autores se toparon con varias estrellas cuya variabilidad en las curvas de luz indicaba la presencia de un planeta pasando frente a ellas. Este método de detección, conocido como «tránsitos», ha sido ampliamente utilizado durante décadas, pero esta es posiblemente la primera vez que se aplica a algunas de las 500,000 estrellas de fondo en los datos de Kepler.
La dificultad para detectar estos nuevos candidatos se debe a la calidad de los datos, ya que las estrellas de fondo no eran el enfoque principal del telescopio. Sin embargo, el desarrollo de potentes herramientas de análisis en los últimos años ha facilitado el procesamiento de grandes conjuntos de datos para buscar planetas en torno a otras estrellas.
Una de estas herramientas es el algoritmo Lomb-Scargle, creado en las décadas de 1970 y 1980, que permite detectar señales periódicas en datos de series temporales. Este algoritmo ha sido fundamental para encontrar tanto las binarias eclipsantes como los nuevos candidatos a exoplanetas descritos en el estudio. Además, se utilizaron herramientas más modernas como PSFmachine, diseñada para «separar» las curvas de luz en los datos de Kepler, que pueden verse afectadas por la superposición de varias estrellas.
A pesar de los desafíos que presenta esta herramienta, los investigadores también utilizaron Pytransit, un paquete de software basado en Python que estima modelos de tránsito de curvas de luz, incluyendo periodos y tamaños. Los candidatos a exoplanetas fueron contrastados con datos del satélite Gaia, que proporciona información sobre estrellas.
Como resultado de su análisis, los autores identificaron siete nuevos candidatos a exoplanetas, todos ellos del tipo «Júpiter caliente», con tamaños que oscilan entre 0.89 y 1.52 radios de Júpiter y órbitas que varían entre 0.04 y 0.07 unidades astronómicas. También evaluaron la posibilidad de que los descensos en las curvas de luz fueran causados por planetas adicionales orbitando la misma estrella, pero no encontraron evidencia que lo respaldara.
Si bien la identificación de siete nuevos candidatos puede parecer un número modesto frente a los 2,600 exoplanetas confirmados, este hallazgo subraya la riqueza de información que permanece en los datos ya liberados, así como la importancia de contar con la experiencia y las herramientas adecuadas para descubrir nuevos fenómenos en el vasto universo.
