El presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado que el líder ucraniano, Volodymyr Zelensky, carece de la legitimidad necesaria para firmar un acuerdo de paz con Moscú, a pesar de que podría participar en posibles negociaciones si así lo desea. Esta declaración se produce en un contexto de tensiones continuas entre ambos países, donde el diálogo parece cada vez más distante.
Según Putin, la prohibición de Zelensky de negociar con Rusia, establecida mediante un decreto en 2022, sigue vigente y limita su capacidad para actuar como representante legítimo de Ucrania en cualquier discusión formal. El presidente ruso subrayó que, aunque Zelensky podría expresar su interés en dialogar, su autoridad para firmar un acuerdo es cuestionable debido a la naturaleza de su mandato, que se encuentra en un estado de incertidumbre legal.
La Prohibición de Negociar y su Contexto Legal
El decreto emitido por Zelensky prohíbe las negociaciones con Rusia, y aunque el presidente ucraniano ha afirmado que esta restricción no se aplica a él, el texto original no especifica excepciones. Putin argumenta que, dado que Zelensky firmó este decreto cuando aún era considerado un presidente legítimo, ahora se encuentra atrapado en una trampa legal que le impide revocarlo.
Putin ha señalado que la única forma de que Ucrania eluda esta prohibición sería a través de una acción del parlamento, sugiriendo que este órgano podría extender el mandato del presidente, algo que, según la constitución ucraniana, no puede hacer el presidente por sí solo. Esta interpretación de la ley resalta las complejidades políticas que enfrenta Zelensky en un momento crítico para su país.
El presidente ruso también ha dejado claro que, aunque está dispuesto a negociar, cualquier acuerdo debe ser legalmente sólido y garantizar la seguridad tanto de Ucrania como de Rusia. La legitimidad del equipo negociador de Kiev sería objeto de un riguroso escrutinio por parte de expertos legales, lo que añade otra capa de dificultad a la ya complicada situación.
En este contexto, la posibilidad de un diálogo entre Ucrania y Rusia parece más lejana que nunca, mientras ambos líderes continúan en un tira y afloja que refleja no solo la tensión militar, sino también las profundas divisiones políticas que marcan la región.
