La Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para su primera reunión del Comité de Política Monetaria en el segundo mandato presidencial de Donald Trump, quien ha expresado su deseo de ver una reducción en las tasas de interés. Sin embargo, las expectativas apuntan a que el nuevo líder del mundo libre no obtendrá lo que desea, al menos no de inmediato, ya que los funcionarios de la Fed están considerando múltiples variables que podrían complicar la toma de decisiones políticas en el presente año.
Según Beth Ann Bovino, economista jefe de U.S. Bank, es probable que la Fed adopte un enfoque cauteloso. «Nadie sabe qué esperar de la Casa Blanca. Los movimientos de política siguen siendo bastante inciertos, pero sabemos que algunas de las propuestas discutidas en la Casa Blanca son un poco inflacionarias, y creo que eso mantendrá a la Fed en cheque», comentó.
Expectativas del Mercado y Presión Política
Los precios del mercado indican una certeza casi total de que el Comité Federal de Mercado Abierto mantendrá la tasa de interés en un rango objetivo de 4.25% a 4.5%. Además, los operadores anticipan que la Fed permanecerá en espera hasta junio, un periodo durante el cual los planes de Trump respecto a tarifas, regulaciones e inmigración se harán más claros.
Trump ha declarado que «exigirá que las tasas de interés bajen inmediatamente», aunque no tiene autoridad directa sobre las decisiones de la Fed. A pesar de la presión ejercida desde la Casa Blanca, muchos analistas sugieren que los banqueros centrales deberían mantenerse firmes y evitar cambios en la política monetaria en este momento. Robert Kaplan, ex presidente de la Fed de Dallas, argumentó que «lo correcto es permanecer estables. El progreso en la inflación puede no estar estancado, pero está en un estado lateral, y hay cuatro o cinco grandes cambios estructurales en marcha y a punto de desplegarse».
Kaplan citó tres cambios que podrían tener un efecto desinflacionario: recortes en el gasto público, una revisión regulatoria por parte de un nuevo panel asesor y un enfoque en la eficiencia energética. Sin embargo, también destacó la posibilidad de que las tarifas impuestas por Trump puedan elevar los precios, al igual que las recientes deportaciones masivas que podrían incrementar los costes laborales.
La reunión de la Fed no incluirá una actualización de las proyecciones económicas trimestrales, lo que deja a los inversores atentos a la declaración posterior a la reunión, que se espera que no presente cambios significativos. Además, Jerome Powell, actual presidente de la Fed, tendrá que lidiar con preguntas sobre la demanda de Trump de una reducción de tasas en su conferencia de prensa programada.
La historia de la Fed muestra que su independencia es fundamental para el funcionamiento de la economía estadounidense. Esther George, ex presidenta de la Fed de Kansas City, subrayó que «la Fed debe seguir su mandato legislativo. El Congreso nos ha indicado que debemos llevar los precios a un nivel bajo y estable». Este enfoque resalta la importancia de una política monetaria que no se vea influenciada por la presión política, algo que, aunque comprensible en el contexto actual, podría poner en riesgo la estabilidad económica a largo plazo.
