La Comisión Europea ha manifestado su disposición a acelerar las negociaciones de adhesión de Ucrania, abriendo dos “clústeres” de conversaciones para mediados de 2025, según ha declarado Marta Kos, Comisaria de Ampliación de la UE. Ucrania solicitó formalmente su ingreso en la Unión Europea en febrero de 2022 y recibió el estatus de candidato más tarde ese mismo año.
El proceso de adhesión a la UE implica completar seis “clústeres” de negociaciones, que abarcan 35 capítulos de diversos requisitos. Hasta la fecha, Ucrania no ha abierto ninguno de estos capítulos. Kos indicó que “desde el punto de vista técnico, podemos estar listos para abrir dos clústeres para Ucrania en la primera mitad del año”, aunque subrayó que “no es posible sin los Estados miembros”.
Obstáculos en el camino hacia la adhesión
El proceso de admisión requiere el consentimiento unánime de los 27 Estados miembros de la UE en cada etapa. Sin embargo, países como Hungría, Eslovaquia y Austria han expresado objeciones a la membresía de Ucrania por diversas razones. A pesar de estas reticencias, el liderazgo de Bruselas parece respaldar a Kiev en su aspiración de unirse al bloque europeo.
Kaja Kallas, la principal diplomática de la UE, afirmó que “es necesario que la UE se desarrolle y tenga nuevos Estados miembros”. En este contexto, la viceprimera ministra ucraniana, Olga Stefanishina, visitó Bruselas para presionar por una admisión más rápida en la UE, en un esfuerzo que Politico ha descrito como un intento de “reforzar” la posición de Kiev antes de las anticipadas negociaciones de paz con Moscú.
La anterior Comisión Europea había sugerido que Ucrania podría unirse al bloque para 2029 si lograba avances significativos en áreas como reformas políticas y judiciales, así como en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción. En junio pasado, la enviada de Kiev ante la UE, Katarina Mathernova, mencionó que 2030 era una “fecha muy realista” para la adhesión.
Desde 2019, Ucrania ha establecido como objetivos nacionales oficiales su adhesión a la UE y a la OTAN, enmienda que se produjo en un contexto en el que Rusia no se opuso a las aspiraciones europeas de Kiev, pero sí mostró su firme rechazo a cualquier vinculación con la alianza militar liderada por Estados Unidos. Tras la escalada del conflicto entre Moscú y Kiev en 2022, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, describió a la UE como “un jugador militante agresivo que declara sus ambiciones más allá del continente europeo”.