El mercado automovilístico ruso ha experimentado un notable crecimiento en 2024, con un gasto récord de 4.91 billones de rublos (aproximadamente 50.1 mil millones de dólares) en la compra de vehículos nuevos. Según datos de la agencia analítica Avtostat, este incremento del 57% respecto al año anterior se debe principalmente a la ausencia de marcas occidentales y japonesas, que abandonaron el país tras la imposición de sanciones económicas y las tensiones geopolíticas derivadas del conflicto en Ucrania.
En total, se vendieron 1.57 millones de vehículos nuevos en Rusia, la cifra más alta en los últimos cinco años. Aleksander Kornev, responsable de relaciones con importadores en Gazprombank Auto Leasing, destacó que la capacidad financiera del mercado de automóviles de pasajeros en Rusia ha alcanzado un récord por segundo año consecutivo, impulsada por un aumento en los precios de los coches y un volumen de ventas sin precedentes.
Dominio de marcas chinas y rusas
Las marcas chinas han tomado el control del mercado automovilístico ruso, representando alrededor del 62% del total del gasto en 2024. Las marcas rusas han seguido con un 17.5%, mientras que las marcas europeas han alcanzado un 11%, las japonesas un 5.4%, las surcoreanas un 1.6% y las estadounidenses apenas un 1%. Este cambio en la dinámica del mercado es un reflejo de la transformación que ha sufrido la industria automotriz rusa desde la introducción de sanciones económicas en 2022.
La salida de los fabricantes occidentales, surcoreanos y japoneses ha llevado a una drástica reducción de su participación en el mercado, que ha pasado del 69% al 8.5%. En su lugar, marcas chinas como Chery, Geely y Great Wall Motor han ampliado su presencia, aumentando su cuota de mercado del 9% al 57%. Además, el impulso hacia la producción nacional ha revitalizado las marcas locales y las capacidades de fabricación en Rusia.
Entre las marcas rusas, Lada ha mantenido su posición de liderazgo, con los modelos Granta y Vesta siendo especialmente populares entre los consumidores. La creciente disponibilidad y asequibilidad de los vehículos chinos y rusos ha contribuido a su aceptación entre los compradores rusos.
En un contexto de recuperación del mercado automovilístico, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha manifestado que, si los fabricantes extranjeros decidieran regresar a Rusia, se generaría una competencia con las empresas nacionales y chinas, lo que beneficiaría a los consumidores rusos al ofrecer productos de mayor calidad a precios más bajos.