Investigadores de Melbourne han realizado un descubrimiento significativo sobre el papel de los microbios en la descomposición del monóxido de carbono (CO), un gas altamente tóxico que se libera en cantidades alarmantes en todo el mundo. Según el estudio liderado por la Universidad Monash y publicado en la revista Nature Chemical Biology, estos microorganismos son capaces de consumir enormes cantidades de CO, contribuyendo así a la reducción de este contaminante en la atmósfera.
A nivel global, se estima que se liberan más de dos mil millones de toneladas de monóxido de carbono cada año, de las cuales los microbios logran absorber aproximadamente 250 millones de toneladas, lo que resulta en una disminución significativa de los niveles de este gas mortal. El estudio revela, por primera vez a un nivel atómico, cómo estos microorganismos utilizan una enzima especializada, conocida como CO deshidrogenasa, para extraer energía del CO presente en el ambiente.
La función de la enzima CO deshidrogenasa
La coautora principal del estudio, Ashleigh Kropp, del Instituto de Descubrimiento Biomédico de Monash, comentó que este hallazgo muestra cómo esta enzima extrae CO atmosférico y alimenta las células microbianas. «Esta enzima es utilizada por billones de microbios en nuestros suelos y aguas. Estos microorganismos consumen CO para su propia supervivencia, pero, en el proceso, ayudan inadvertidamente a limpiar nuestra atmósfera», afirmó Kropp.
Por su parte, el Dr. David Gillett, también coautor del estudio, destacó la importancia de este descubrimiento como un ejemplo de la ‘ingeniería’ microbiana: «La vida ha evolucionado formas de convertir algo tóxico en algo útil». Gillett subrayó que estos microbios no solo contribuyen a la limpieza del aire, sino que también combaten la contaminación, que causa la muerte de millones de personas cada año, y ayudan a mitigar el calentamiento global, dado que el CO es un gas de efecto invernadero indirecto.
A pesar de que este descubrimiento no se utilizará de manera directa para combatir o monitorear las emisiones de CO, proporciona un mayor entendimiento sobre cómo se regula la atmósfera y su posible respuesta a cambios futuros. El profesor Chris Greening, coautor senior y jefe del Programa de Cambio Global del BDI, resaltó la importancia más amplia de los microbios en este contexto.
Greening señaló que «los microbios desempeñan innumerables funciones esenciales para la salud humana y planetaria. Sin embargo, debido a que son invisibles y a menudo malinterpretados, sus contribuciones suelen pasar desapercibidas». La coautora Kropp añadió que los microbios son una de las razones por las que nuestro aire es respirable, ya que producen la mitad del oxígeno que respiramos y desintoxican varios contaminantes como el CO. «Es fundamental que comprendamos y apreciemos mejor cómo apoyan nuestra propia supervivencia», concluyó.