La actriz ganadora de un Oscar, Cate Blanchett, ha anunciado una nueva iniciativa de financiación destinada a apoyar a cineastas refugiados a través del Displacement Film Fund. Este programa ofrecerá subvenciones de hasta 100.000 euros para la producción de cortometrajes que exploren las experiencias de las personas desplazadas. La iniciativa cuenta con el respaldo del Festival Internacional de Cine de Róterdam y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El proyecto comenzará como un programa piloto con la intención de convertirse en una iniciativa a largo plazo. Blanchett, en su declaración, enfatizó la capacidad del cine para sumergir a la audiencia en la realidad de la vida de otros, un factor crucial cuando se trata de abordar temas tan complejos como el desplazamiento forzado. “Cuando las personas se ven obligadas a abandonar sus hogares, pierden acceso a los apoyos más básicos, y como artistas, también pierden el acceso a los medios para crear, en un momento en que es más vital que nunca”, afirmó la actriz.
En los próximos meses, se elaborará una lista larga de posibles beneficiarios, de la cual se seleccionarán los cineastas finales por un comité presidido por Blanchett, que incluirá a la actriz británica Cynthia Erivo, la periodista siria Waad al-Kateab y la activista afgana Aisha Khurram. Los cineastas seleccionados serán anunciados en el Festival de Cine de Cannes en mayo.
El Displacement Film Fund surge en un contexto global alarmante, donde actualmente una de cada 67 personas en el mundo se encuentra desplazada, según datos de ACNUR. Esta situación se debe a conflictos, persecuciones, violencia o violaciones de derechos humanos. La iniciativa se presenta como una respuesta a esta crisis creciente y busca dar voz a aquellos que han sido afectados por estas circunstancias dramáticas.
Este anuncio se produce en un momento delicado en Estados Unidos, donde la administración del presidente Donald Trump ha intensificado su enfoque en la inmigración. Recientemente, Trump suspendió el programa de reasentamiento de refugiados del país, lo que ha generado una gran conmoción entre los grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes. Además, se ha promulgado la Ley Laken Riley, que establece que los inmigrantes indocumentados arrestados por delitos serán detenidos hasta su juicio, y se ha ordenado la construcción de un nuevo centro de detención en Guantánamo, con capacidad para albergar hasta 30.000 personas.