OpenAI, la empresa detrás de la popular herramienta ChatGPT, se encuentra en negociaciones para recaudar hasta 40.000 millones de dólares en una nueva ronda de financiación. Este movimiento podría elevar la valoración de la compañía a la asombrosa cifra de 340.000 millones de dólares, según ha confirmado CNBC. La multinacional japonesa SoftBank se posiciona como líder en esta ronda de inversión, con contribuciones que oscilarían entre 15.000 y 25.000 millones de dólares, superando así el apoyo actual de Microsoft.
El interés por OpenAI se ha intensificado en los últimos años, especialmente tras el lanzamiento de ChatGPT, que ha impulsado un notable auge en el campo de la inteligencia artificial generativa. En octubre pasado, OpenAI cerró una ronda de financiación de 6.600 millones de dólares, preparándose para competir aún más agresivamente con otras empresas del sector, incluyendo xAI de Elon Musk y gigantes como Google y Amazon.
Inversión en infraestructura de IA en EE.UU.
Una parte significativa de los fondos recaudados podría destinarse a un proyecto denominado Stargate, una empresa conjunta entre OpenAI, SoftBank y Oracle, que fue presentada por el expresidente Donald Trump. Este plan incluye inversiones millonarias en la infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos, un área que se percibe como crucial para mantener la competitividad global en este sector estratégico.
A pesar de su éxito, OpenAI no está exenta de competencia. Un nuevo competidor ha emergido desde China, el laboratorio DeepSeek, que ha logrado posicionar su aplicación en la cima de las clasificaciones de la App Store de Apple en EE.UU. Esta situación ha generado inquietud en los mercados estadounidenses, especialmente debido a que su modelo ha sido entrenado a un costo significativamente inferior al de sus rivales estadounidenses. Durante un evento en Washington D.C., Sam Altman, CEO de OpenAI, reconoció el potencial de DeepSeek, lo que subraya la creciente competencia en el sector de la inteligencia artificial y la necesidad de un enfoque más democrático en su desarrollo y regulación.
Este contexto resalta la fragilidad del liderazgo estadounidense en la carrera por la inteligencia artificial, donde el avance de modelos foráneos podría representar un desafío importante. En un mundo cada vez más interconectado, la cooperación y el entendimiento entre naciones podrían ser vitales para el progreso de la inteligencia artificial, una tecnología que tiene el potencial de transformar la sociedad en su conjunto.
