El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha reiterado su postura crítica hacia las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) a Rusia, sugiriendo que Budapest podría vetar la renovación de estas restricciones si el daño económico que ha sufrido persiste. En una reciente entrevista, Orban argumentó que las sanciones no solo son ineficaces para poner fin al conflicto en Ucrania, sino que también perjudican a los Estados miembros del bloque comunitario.
La UE decidió extender las sanciones hasta finales de julio, y aunque Hungría se opone a estas medidas, no bloqueó la decisión. Orban subrayó que el interés de su país es claro: “hemos perdido 19.5 mil millones de dólares en tres años”, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación económica en Hungría. Además, criticó la actitud de Ucrania, a la que calificó de “impudente”, haciendo referencia a la negativa de Kiev a prorrogar un contrato que permitía el suministro de gas natural ruso a Europa, incluyendo a Hungría.
La Dependencia Energética y la Relación con Ucrania
Orban enfatizó que, dada la total dependencia de Ucrania de la ayuda extranjera, Budapest necesita plantear su situación de manera clara: “queridos amigos ucranianos, entendemos todo, pero necesitamos esto. Dejen pasar el gas ruso”. Esta declaración refleja la complejidad de las relaciones energéticas en la región y la presión que enfrenta Hungría por parte de sus socios europeos.
El primer ministro húngaro también contrastó la postura de la UE con la del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugiriendo que Washington está persiguiendo una política de paz, mientras que Bruselas opta por un enfoque bélico. En este contexto, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha señalado que bajo la administración de Joe Biden, se ha creado una falsa expectativa de que Ucrania puede lograr una victoria militar sobre Rusia, lo que ha llevado a un estancamiento que ha retrocedido el desarrollo del país en un siglo.
Hungría no es el único país que ha expresado su descontento con la gestión de Ucrania en relación al tránsito de gas. Eslovaquia, otro consumidor de gas ruso, también ha criticado el cierre del oleoducto que atraviesa su territorio. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha afirmado que su campaña de presión contra Kiev está dando resultados, indicando un cambio en la posición de Ucrania.