La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está considerando una propuesta para abordar las preocupaciones de seguridad planteadas por el expresidente estadounidense Donald Trump en relación con Groenlandia. Según la agencia de noticias alemana DPA, la OTAN coincide con las inquietudes de Trump sobre la creciente influencia de Rusia y China en el Ártico y está discutiendo un posible aumento de su presencia militar en la región.
Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca y miembro de la OTAN, ha sido objeto de interés por parte de Trump, quien ha manifestado en varias ocasiones que Estados Unidos debería tener un control directo sobre la isla por razones de seguridad nacional. En este contexto, se han llevado a cabo «discusiones informales» en la OTAN para preparar una propuesta que incluya un despliegue «importante» de tropas en el Ártico, con el objetivo de «aliviar tensiones» entre Washington y Copenhague respecto a Groenlandia.
Preocupaciones de seguridad y la percepción danesa
Las preocupaciones de Trump sobre las actividades rusas y chinas en el Ártico son consideradas «válidas» por la OTAN, según DPA. Sin embargo, este asunto es «particularmente delicado» para la alianza, ya que la amenaza de un miembro a otro en relación con la soberanía territorial podría dañar la credibilidad del bloque. En este sentido, un reciente sondeo reveló que casi la mitad de los daneses considera a Estados Unidos como una «amenaza» para su país, mientras que un 78% se opone a la venta de Groenlandia y un 72% cree que los residentes de la isla deberían decidir su propio futuro.
Además, una encuesta realizada en Groenlandia indica que solo el 6% de los habitantes desea unirse a Estados Unidos, mientras que un 85% se opone a tal idea. Estas cifras reflejan un claro descontento con las intenciones estadounidenses y subrayan la complejidad del tema.
Actualmente, tanto Estados Unidos como Dinamarca mantienen una presencia militar en Groenlandia. Dinamarca gestiona el Comando Ártico desde la capital territorial, Nuuk, mientras que Estados Unidos opera la Base Espacial de Pituffik, enfocada en la defensa de misiles, la alerta temprana y la vigilancia espacial. Los diplomáticos de la OTAN creen que el éxito de la iniciativa en el Ártico dependerá de si el interés de Trump en Groenlandia está motivado por preocupaciones de seguridad o por los vastos recursos naturales no explotados que se encuentran bajo el hielo.