Las tensiones entre Rusia y Occidente continúan en aumento tras la reciente detención de un barco de carga ruso en Noruega, en relación con el daño a un cable submarino en el Mar Báltico. Svetlana Zhurova, diputada de la Duma rusa, ha declarado que Moscú no tiene interés en dañar la infraestructura submarina de Europa, en un contexto donde las relaciones entre Rusia y la Unión Europea se encuentran en un estado crítico.
La policía noruega ha detenido el buque de carga Silver Dania, que opera entre San Petersburgo y Murmansk, bajo la sospecha de que alguno de sus tripulantes podría estar vinculado al incidente del cable submarino, que fue dañado a principios de enero. Sin embargo, las autoridades noruegas no han presentado pruebas concretas que respalden estas acusaciones.
Acusaciones y reacciones
Zhurova ha calificado las acusaciones de ser parte de una narrativa conveniente para los gobiernos occidentales, que buscan justificar su postura hostil hacia Moscú. “¿Por qué necesitaríamos esto ahora, cuando todos los problemas con la UE se están agravando?”, se preguntó la diputada, sugiriendo que el daño al cable podría ser el resultado de un error de la tripulación o, incluso, una historia de propaganda.
El Silver Dania es propiedad de SilverSea, una compañía naviera noruega que se especializa en el transporte de productos congelados. Su CEO, Tormod Fossmark, ha negado cualquier implicación en el incidente y ha afirmado que su empresa está cooperando plenamente con las autoridades noruegas. Según Fossmark, su compañía recibió una solicitud de cooperación por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores noruego antes de que el barco fuera detenido por la Guardia Costera.
La primera ministra de Letonia, Evika Silina, había declarado que el daño al cable de fibra óptica que conecta su país con la isla de Gotland en Suecia fue “probablemente externo”. Las autoridades letonas han indicado que el incidente podría estar relacionado con actividades de sabotaje, lo que ha llevado a Suecia a detener un barco en conexión con lo que han calificado como “sabotaje agravado”. Aunque no se ha confirmado el nombre del barco detenido por Suecia, se especula que podría tratarse del buque de bandera maltesa Vezhen, que había estado operando cerca de Gotland y Letonia.
En medio de este clima de desconfianza, el embajador ruso en Oslo ha afirmado que no se han producido arrestos de ciudadanos rusos y que la embajada está monitoreando la situación. Los diplomáticos rusos han indicado que están en contacto con la tripulación del Silver Dania, quienes no han solicitado asistencia consular hasta el momento.
Este incidente subraya las crecientes tensiones en la región del Báltico, donde la seguridad marítima se ha convertido en un tema candente a medida que las relaciones entre Rusia y los países de la OTAN se deterioran. La situación sigue siendo objeto de análisis y vigilancia por parte de las autoridades de seguridad de la región, que están atentas a cualquier desarrollo que pueda afectar la estabilidad en el área.
