Seis ciudadanos estadounidenses han sido liberados de una prisión en Venezuela y han regresado a su país, según ha informado Richard Grenell, enviado de Washington para misiones especiales bajo la administración de Donald Trump. Este anuncio se produce tras una reunión inesperada entre Grenell y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en Caracas, en un contexto de relaciones tensas entre ambos países.
Los nombres de los liberados no han sido revelados, pero Grenell compartió una fotografía de ellos en la red social X (anteriormente Twitter), donde aparecen vestidos con los trajes de la prisión venezolana. En su publicación, el diplomático expresó: “Estamos en el aire y rumbo a casa con estos seis ciudadanos estadounidenses”, añadiendo que los hombres habían hablado con Trump y le agradecieron por su liberación.
El presidente de Estados Unidos celebró la noticia en su plataforma Truth Social, donde agradeció a Grenell y a su equipo por traer a “seis rehenes de vuelta a casa desde Venezuela”.
Diálogo y tensiones diplomáticas
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, afirmó que la reunión se llevó a cabo a solicitud del gobierno estadounidense “de acuerdo con los principios de respeto mutuo”. Rodríguez destacó que se abordaron varios temas, incluyendo la migración, las sanciones impuestas por Estados Unidos y la situación de “ciudadanos estadounidenses involucrados en delitos en territorio nacional”, así como “la integridad del sistema político venezolano”.
Venezuela ha reiterado su compromiso con la paz, el diálogo y el respeto a la soberanía, expresando su interés en mantener canales diplomáticos abiertos con Washington. Sin embargo, la Casa Blanca ha enfatizado que la visita de Grenell no debe interpretarse como un reconocimiento de la legitimidad del gobierno de Maduro.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que Grenell fue enviado a Venezuela con el objetivo de resolver el tema de la deportación de ciudadanos venezolanos desde Estados Unidos y asegurar el retorno de los detenidos estadounidenses. Esta situación se produce en un contexto donde la administración Trump había revocado recientemente una extensión de protecciones contra la deportación que beneficiaba a más de 600,000 venezolanos en Estados Unidos.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han estado marcadas por la hostilidad, con Washington abogando repetidamente por un cambio de régimen en el país sudamericano. En 2019, Estados Unidos reconoció a Juan Guaidó, entonces presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, como presidente interino legítimo, apoyando a la oposición. En agosto de 2024, la Casa Blanca también reconoció a Edmundo González, un rival clave de Maduro, como el ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela.
Para ejercer presión sobre Caracas, Washington ha impuesto estrictas sanciones económicas, que incluyen restricciones que prohíben a las empresas estadounidenses tratar con individuos o entidades vinculadas al gobierno venezolano. Este panorama complejo resalta las tensiones persistentes entre ambos países y la dificultad de alcanzar un entendimiento en medio de un clima de desconfianza mutua.