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¿Semillas de vida en el espacio? Los sorprendentes hallazgos de las muestras de asteroide de NASA

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febrero 01, 2025

Los recientes hallazgos de la NASA sobre los restos de un asteroide han despertado un interés renovado en el origen de la vida en la Tierra. Según un estudio publicado, las muestras traídas por la sonda OSIRIS-REx de la roca espacial Bennu contienen no solo los elementos básicos para la vida, sino también evidencias de un antiguo mundo acuático. Este descubrimiento sugiere que los asteroides podrían haber jugado un papel crucial en la siembra de la vida en nuestro planeta.

Tim McCoy, uno de los autores del estudio y miembro del Smithsonian Institution, ha señalado que el entorno en el que se encontraban estos ingredientes, rico en agua salada, podría haber sido esencial para los procesos que llevaron desde los elementos químicos hasta la vida. La misión OSIRIS-REx, que devolvió 122 gramos de polvo y pequeños fragmentos de Bennu, ha sido la mayor recolección de material cósmico desde las misiones lunares, superando los resultados de anteriores misiones japonesas.

Composición Química y Significado de las Muestras

Las muestras, que contienen granos oscuros procedentes de la formación del sistema solar hace 4.500 millones de años, han sido analizadas por dos equipos de investigación que publicaron sus hallazgos en las revistas Nature y Nature Astronomy. Los estudios han confirmado la presencia de minerales ricos en sodio, aminoácidos, nitrógeno en forma de amoníaco, e incluso partes del código genético. Estos hallazgos son significativos porque indican que los componentes necesarios para la vida estaban presentes en Bennu, lo que apoya la teoría de que estos materiales podrían haberse mezclado con agua desde los inicios del sistema solar.

Además, se ha descubierto que algunas de las sales delicadas encontradas en Bennu son similares a las que se encuentran en los lechos de los lagos secos de California y el Sáhara. Yasuhito Sekine, del Instituto de Ciencia de Tokio, subraya que este descubrimiento fue posible gracias al análisis de muestras recolectadas directamente del asteroide y conservadas cuidadosamente en la Tierra. La combinación de estos ingredientes en un ambiente de agua salada proporciona una posible vía hacia la formación de vida, sugiriendo que estos procesos pudieron haber ocurrido mucho antes y de manera más amplia de lo que se ha considerado previamente.

Los análisis también han revelado una sorprendente abundancia de nitrógeno, un componente clave para la vida. Daniel Glavin de la NASA ha afirmado que, aunque se han encontrado moléculas orgánicas similares en meteoritos, las de Bennu son auténticos materiales orgánicos extraterrestres formados en el espacio, sin contaminación terrestre. Este asteroide, que es un cúmulo de escombros de solo 500 metros de ancho, formaba parte de un asteroide más grande que fue impactado por otros cuerpos celestes, lo que sugiere que su cuerpo madre pudo haber tenido una extensa red de lagos o incluso océanos subterráneos.

En este momento, 60 laboratorios en todo el mundo están analizando las muestras de Bennu como parte de estudios iniciales. La mayoría de los materiales recogidos en esta misión, que ha costado alrededor de mil millones de dólares, se han reservado para futuros análisis. Los científicos insisten en que se necesita más investigación para entender mejor las muestras y los procesos de formación de vida, además de continuar con las misiones de recolección de muestras de asteroides y cometas. China tiene previsto lanzar este año su propia misión de recolección de muestras de asteroides, mientras que se están considerando misiones para recolectar rocas del planeta enano Ceres y de las lunas Europa y Encélado de Júpiter y Saturno, respectivamente.

La exploración espacial continúa avanzando, y con ello, la búsqueda de respuestas a preguntas fundamentales sobre nuestra existencia y la posibilidad de vida en otros lugares del universo.

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