La situación en Gaza ha dado un nuevo giro tras la reciente liberación de 183 palestinos por parte de Israel, en un intercambio que incluye la devolución de tres rehenes israelíes por parte de Hamas. Este acuerdo, facilitado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se enmarca dentro de un alto el fuego negociado entre ambas partes, que busca poner fin a un conflicto militar que ha durado 15 meses y ha devastado la región.
Detalles del Acuerdo de Intercambio
Desde el inicio de las negociaciones el 19 de enero, un total de 583 prisioneros palestinos han sido liberados, mientras que 18 israelíes han regresado a su país. Los primeros rehenes israelíes liberados fueron Ofer Kalderon y Yarden Bibas, seguidos por el estadounidense-israelí Keith Samuel Siegel, quien fue liberado en un contexto separado.
El acuerdo, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, se estructura en tres fases. En la primera fase, Hamas se comprometió a liberar 33 rehenes, entre ellos niños, soldados mujeres, heridos y enfermos, a cambio de un número no revelado de palestinos encarcelados por las autoridades israelíes. Las fases posteriores están destinadas a asegurar la liberación de los restantes civiles y soldados israelíes en manos de Hamas, así como el retorno de los restos de los fallecidos de ambos lados.
Reacciones y Acusaciones de Violaciones
La situación ha generado tensiones adicionales. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su indignación ante lo que calificó de “escenas impactantes” durante la entrega de uno de los rehenes, en la que se pudo observar a hombres armados luchando por controlar a las multitudes que se habían congregado para presenciar el evento. Desde la firma del acuerdo de alto el fuego, las autoridades israelíes han acusado a Hamas de violar los términos del intercambio, lo que ha llevado a la suspensión del regreso de los gazatíes a sus hogares en el norte de la franja.
En medio de este contexto, el ejército israelí confirmó la muerte de 10 palestinos en un ataque aéreo en una aldea de Cisjordania, alegando que se trataba de una operación contra militantes. Este hecho subraya la fragilidad del alto el fuego y la continua escalada de violencia en la región.