
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha hecho declaraciones sorprendentes durante su regreso a Washington tras un fin de semana en su residencia de Mar-a-Lago, Florida. Trump ha afirmado que planea «recuperar el Canal de Panamá o algo muy gordo va a pasar», justo en un momento en que su secretario de Estado, Marco Rubio, se encontraba en visita oficial en Panamá.
Durante su breve encuentro con los periodistas en la escalerilla del avión, Trump volvió a acusar a Panamá de «violar los tratados», haciendo referencia a los Acuerdos Torrijos-Carter de 1977. Estos acuerdos establecieron la transferencia progresiva del control del Canal de Panamá de Estados Unidos a Panamá, poniendo fin a casi un siglo de administración estadounidense sobre esta vía interoceánica.
Las afirmaciones sobre el control chino
Trump reiteró que «China está gestionando el Canal, que nunca fue dado a los chinos, sino dado tontamente a los panameños». Esta afirmación ha sido categóricamente rechazada por el gobierno panameño, siendo la última defensa realizada por el presidente José Raúl Mulino tras su encuentro con Rubio.
Aún se desconoce si las declaraciones de Trump son una reacción al viaje de Rubio, aunque el secretario de Estado logró que la Autoridad del Canal de Panamá se comprometiera a trabajar con la marina estadounidense para «optimizar la prioridad en el tránsito de sus buques (estadounidenses)» a través del canal.
Este compromiso parece ser el primer resultado tangible de la visita de Rubio, quien expresó su descontento con la situación actual, señalando que «el ‘statu quo’ (actual) es inaceptable y, a falta de cambios inmediatos, Estados Unidos tendría que tomar las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el Tratado», según un comunicado del Departamento de Estado.