La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha cerrado su oficina principal en Washington D.C., lo que ha llevado a la mayoría de su personal a trabajar de forma remota. Esta decisión se produce tras las críticas del expresidente Donald Trump, quien ha calificado a la agencia de “lunáticos radicales” y ha propuesto cambios significativos en su estructura.
USAID, establecida en 1961, es responsable de administrar la ayuda exterior y los programas de desarrollo en el extranjero, con el objetivo de promover los intereses estadounidenses. Según un correo electrónico obtenido por CNN, la dirección de USAID notificó que el “cuartel general en el edificio Ronald Reagan en Washington, D.C. estará cerrado para el personal de la Agencia el lunes, 3 de febrero de 2025”. En el mensaje se indicaba que el personal normalmente asignado a trabajar en la sede de USAID trabajaría de forma remota, a excepción de aquellos con funciones esenciales de mantenimiento que fueran contactados individualmente por la alta dirección.
Más de 600 empleados se encontraron de la noche a la mañana con que no podían acceder a los sistemas informáticos de USAID. Esta situación se produce en un contexto en el que Trump ha arremetido contra la agencia, argumentando que “ha sido dirigida por un grupo de lunáticos radicales”. En declaraciones recientes, el expresidente afirmó: “Los vamos a sacar, y luego tomaremos una decisión”.
Críticas de Elon Musk y el futuro de USAID
El magnate tecnológico Elon Musk, actual director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y aliado cercano de Trump, también ha sido un crítico acérrimo de USAID. Musk ha calificado a la agencia como una “organización criminal”, sugiriendo que financió investigaciones sobre armas biológicas, incluyendo proyectos que, según él, habrían llevado a la aparición del Covid-19. “No es una manzana con un gusano. Lo que tenemos es una bola de gusanos. Hay que deshacerse de todo. Está más allá de la reparación,” declaró Musk.
Además, Musk reveló que había hablado con Trump, quien supuestamente “estaba de acuerdo” en que USAID debería ser cerrada. Este movimiento se produce en un contexto más amplio de revisión de la asistencia exterior por parte de la administración Trump, que ha suspendido la mayoría de los programas de ayuda, salvo algunas excepciones. El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que Estados Unidos llevaría a cabo una revisión programa por programa para determinar cuáles proyectos hacen “a América más segura, más fuerte o más próspera”. Según Rubio, la suspensión de programas financiados por EE.UU. durante este periodo de revisión de 90 días ha resultado en “mucho más cooperación” por parte de los beneficiarios de la asistencia.