El papel de los isótopos de estroncio en la comprensión de los ecosistemas costeros antiguos
El análisis de las proporciones de isótopos de estroncio en dientes de tiburón fósiles ofrece una herramienta valiosa para investigar la evolución de los ambientes costeros en tiempos antiguos. Este enfoque ha sido desarrollado por paleontólogos del Museo de Historia Natural de Florida, quienes han logrado datar depósitos costeros de Florida utilizando dientes de tiburón y una técnica que examina las variaciones en el estroncio oceánico. Este elemento químico, presente de forma natural en rocas, suelos y aguas, presenta cambios en sus valores a lo largo del tiempo, lo que permite establecer un sistema global para determinar la edad de depósitos sedimentarios costeros en todo el mundo.
Las variaciones en las proporciones de isótopos de estroncio pueden ser causadas por múltiples factores, como la erosión terrestre, que aporta estroncio a los océanos, y la actividad de organismos marinos que producen carbonatos. Además, las fuentes hidrotermales en el fondo del mar también liberan este elemento. La investigación de estos isótopos en sedimentos marinos ha proporcionado a los científicos una especie de «sello temporal» que permite correlacionar los niveles de estroncio en el agua de mar de épocas pasadas. Este análisis ha llevado a la creación de una curva global que conecta los valores de estroncio en agua de mar con la escala de tiempo geológico, facilitando así la reconstrucción de las condiciones químicas y climáticas de los océanos en el pasado.
La correcta datación de sitios antiguos es crucial para entender la evolución de la Tierra y sus seres vivos. Sin embargo, el uso del estroncio como método de datación ha enfrentado limitaciones, especialmente en entornos costeros donde los valores pueden verse alterados por sedimentos terrestres y ríos de agua dulce. Los dientes de tiburón fósiles, gracias a su superficie resistente, son menos susceptibles a cambios físicos y químicos durante el proceso de fosilización, lo que los convierte en un material adecuado para este tipo de estudios. La abundancia de dientes de tiburón en los registros fósiles permite a los científicos obtener datos más precisos sobre la edad de los sitios de excavación, ofreciendo nuevos conocimientos sobre los cambios climáticos y biológicos en el sureste de América del Norte hace entre cinco y seis millones de años.