Los servicios de inteligencia rusos han intensificado sus esfuerzos para reclutar voluntarios a través de redes sociales y plataformas de mensajería, según un informe de la Bundesamt für Verfassungsschutz (BfV), la Agencia Federal para la Protección de la Constitución de Alemania. Desde principios de enero, estas actividades se han manifestado en diversas plataformas digitales, con el objetivo de llevar a cabo operaciones de sabotaje, espionaje y propaganda.
La BfV ha decidido comunicar directamente a la ciudadanía sobre esta amenaza, subrayando la existencia de actividades desestabilizadoras rusas en el territorio alemán. Este tipo de advertencias no son exclusivas de Alemania; otros países europeos como Reino Unido, Países Bajos y Finlandia también han emitido alertas similares a lo largo del año.
Campaña de Concienciación: Sabotage Stoppen
La BfV ha lanzado la campaña «Sabotage Stoppen», que invita a los ciudadanos a colaborar en la identificación de actividades sospechosas. En un folleto informativo, se pregunta a los lectores si han recibido ofertas de pago para realizar actividades como difundir contenido prorruso o recopilar información sobre personas u objetos específicos. Este tipo de casos ha sido documentado en Alemania, que junto con Reino Unido, ha sido un foco de atención para las maniobras de agentes rusos y delincuentes asociados a redes de inteligencia rusas.
El mensaje de la BfV es claro: «Tu información puede poner fin a eso». Para facilitar la colaboración, han habilitado dos números de teléfono y una cuenta de correo electrónico, prometiendo un tratamiento confidencial de cualquier información proporcionada. La agencia asegura que las comunicaciones serán encriptadas, garantizando así la privacidad de los informantes.
Sin embargo, no todas las agencias de inteligencia europeas confían en el correo electrónico para recibir información. Por ejemplo, el AIVD de Países Bajos ha optado por no habilitar una cuenta de correo, argumentando que el tráfico de correo electrónico es vulnerable a la piratería. En su lugar, han proporcionado un número de teléfono y un fax para que los ciudadanos puedan comunicar información relevante sobre terrorismo o espionaje.
En el Reino Unido, la Agencia Nacional de Seguridad Protectora (NPSA) ha lanzado una campaña en redes sociales para advertir sobre los riesgos de establecer relaciones con extranjeros. Esta iniciativa, titulada «Think before link» (Piensa antes de Conectar), se centra en la precaución que deben tener funcionarios del gobierno, militares y científicos al aceptar invitaciones o colaboraciones de entidades de países no democráticos. La NPSA ha desarrollado una aplicación que ayuda a identificar perfiles falsos utilizados por espías extranjeros.
Finlandia también ha tomado medidas similares. El Servicio de Inteligencia y Seguridad, SUPO, ha mantenido una línea de contacto abierta para que los ciudadanos puedan informar sobre actividades sospechosas, destacando la amenaza continua de la influencia rusa en el país. Recientemente, el director de SUPO enfatizó en medios de comunicación la gravedad de esta amenaza, especialmente tras el cierre de la frontera con Rusia para controlar la «inmigración armada».
Las advertencias de los servicios de inteligencia europeos reflejan una creciente preocupación por las actividades de espionaje y desinformación que se están llevando a cabo en sus territorios. La colaboración ciudadana se presenta como una herramienta crucial para contrarrestar estas amenazas, subrayando la importancia de la vigilancia y la comunicación en la lucha contra la injerencia extranjera.