El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su contundente oposición a las negociaciones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el partido Junts en relación a la transferencia de competencias sobre inmigración. En una reciente entrevista en Telecinco con Ana Rosa Quintana, García-Page destacó que este tipo de acuerdos representan un riesgo para la unidad política del país, advirtiendo sobre las «cesiones graves» que podrían derivarse de esta situación. El presidente considera que la inmigración es una cuestión que debe ser gestionada exclusivamente por el Estado y no por las comunidades autónomas, enfatizando que cualquier concesión en este ámbito sería «doblemente grave».
Además, García-Page subrayó la importancia de que el PSOE mantenga su compromiso con los principios socialdemócratas y constitucionalistas. En sus declaraciones, se refirió a la necesidad de preservar la unidad de España, afirmando que el país es «una única nación» que debe gestionar sus competencias de manera coherente. El presidente castellanomanchego también hizo hincapié en que cualquier intento de fragmentar competencias resulta «una lógica irracional» que podría desestabilizar el modelo de convivencia en España. En este contexto, rechazó un nuevo modelo de financiación autonómica que favorezca a determinadas regiones, argumentando que la riqueza es un patrimonio compartido por todos los españoles.
Por otro lado, García-Page no escatimó críticas hacia Pedro Sánchez, acusándolo de tomar decisiones «reaccionarias» bajo la influencia de Carles Puigdemont, líder de Junts. Aseguró que la reciente propuesta de financiación autonómica sería inaceptable si hubiera sido planteada directamente desde Madrid. En este sentido, el presidente de Castilla-La Mancha instó a establecer un «muro» político en contra de Junts, al considerarlo uno de los partidos más extremistas, comparable a Vox en cuanto a sus posturas «casi xenófobas». García-Page concluyó que el PSOE debe reflexionar sobre su estrategia y su relación con partidos que, a su juicio, promueven una agenda divisoria.
