En el Reino Unido, el uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes ha alcanzado cifras preocupantes. Según datos recientes, casi una quinta parte de los adolescentes de entre 11 y 18 años ha probado el vapeo, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a tomar medidas para abordar esta creciente tendencia. La National Health Service (NHS) ha inaugurado una clínica en el Alder Hey Children’s Hospital de Liverpool, destinada a ayudar a los adolescentes a dejar el vapeo, convirtiéndose en el primer servicio de este tipo en Inglaterra.
La clínica se centra en jóvenes de 11 a 15 años, un grupo que, aunque vapea con menos frecuencia que los adolescentes mayores, ha mostrado un aumento en el uso de estos dispositivos en el último año. Según un estudio de Action on Smoking and Health (ASH), el 18% de los jóvenes de 11 a 18 años había vapeado en 2023, una ligera disminución respecto al 20% del año anterior, pero aún superior al 13% registrado en 2019. Además, el 7,2% de los encuestados en este grupo de edad se identificó como vaper activo el año pasado.
Medidas de intervención y riesgos asociados
La nueva clínica tiene como objetivo proporcionar apoyo crucial a los jóvenes afectados por el vapeo, en un contexto de creciente preocupación por los efectos a largo plazo de esta práctica. La profesora Rachel Isba, consultora en medicina pública pediátrica en Alder Hey, destacó la importancia de ofrecer un tratamiento personalizado que podría incluir terapia de reemplazo de nicotina y enfoques terapéuticos para reducir el consumo de vapeo, así como apoyo para enfrentar la presión de grupo y factores conductuales.
El problema se complica aún más con la presencia de dispositivos de vapeo ilegales. Un estudio realizado por la Universidad de Bath reveló que uno de cada seis vapes confiscados en escuelas inglesas contenía la peligrosa droga conocida como “spice”, un potente cannabinoide sintético. Este análisis se llevó a cabo en 38 escuelas de Londres, las Midlands Occidentales, Gran Manchester y South Yorkshire, donde se encontraron sustancias prohibidas en casi 100 dispositivos.
En un contexto más amplio, en Rusia se han propuesto leyes que prohíben la venta de productos de nicotina y vapeo a menores, con el objetivo de frenar la adicción entre los jóvenes. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha instado a los jóvenes a mantenerse alejados de los cigarrillos electrónicos, subrayando que estos no son una forma de lucir “cool” y que los logros en el deporte o la academia son mucho más relevantes.
La creciente preocupación por el vapeo entre los jóvenes en el Reino Unido y las medidas adoptadas para combatirlo reflejan una tendencia global hacia la regulación de productos de tabaco y nicotina, en un esfuerzo por proteger la salud de las futuras generaciones.
