La Tate Liverpool, una de las galerías de arte moderno más importantes del Reino Unido fuera de Londres, ha anunciado que su reapertura, prevista inicialmente para 2025 tras un ambicioso proyecto de renovación, se retrasará hasta 2027. Esta decisión se produce después de que la galería cerrara sus puertas en 2023 para llevar a cabo unas obras que tienen un coste estimado de 30 millones de libras esterlinas (36 millones de euros).
En el anuncio realizado esta semana, se detalló que hasta la fecha se ha conseguido recaudar 17,85 millones de libras de los 29,7 millones necesarios. Este financiamiento proviene en gran parte del fondo «Levelling Up» del gobierno del Reino Unido, que ha aportado 10 millones, así como de 6,6 millones del Ministerio de Cultura, Medios y Deporte. Además, la Fundación Wolfson ha contribuido con 1,25 millones de libras.
Helen Legg, directora de Tate Liverpool, comentó en una entrevista con la BBC que la obtención de fondos ha sido más complicada en el contexto actual, marcado por las secuelas de la pandemia. «Se ha vuelto más difícil. Ahora estamos cerca de alcanzar nuestros objetivos. Nos ha llevado un poco más de tiempo», afirmó Legg.
La Tate Liverpool, inaugurada en 1988 en un antiguo almacén del puerto de Albert Dock, fue concebida para albergar la colección Tate, convirtiéndose en la mayor galería de arte moderno y contemporáneo en el Reino Unido fuera de la capital. Con 36 años de historia, la galería busca adaptarse a las nuevas demandas de sus visitantes y a las tendencias actuales en la producción artística.
Las renovaciones incluyen la creación de un nuevo «Art Hall», un espacio diáfano destinado a que los visitantes puedan relajarse, trabajar o disfrutar de la colección mientras se encuentran rodeados de obras de arte de primer nivel. El proyecto de renovación está a cargo de 6a architects, firma que ya ha trabajado en otros espacios culturales como la South London Gallery y el MK Gallery de Milton Keynes. Este equipo también se encargará de mejorar la sostenibilidad del edificio, sustituyendo el uso de combustibles fósiles por energías renovables. Se planea la eliminación de los grandes sistemas de aire acondicionado, lo que permitirá una mayor entrada de luz natural y ventilación, mejorando así el rendimiento energético del edificio.
Durante el período de obras, la Tate Liverpool ha reubicado sus actividades en el Royal Institute of British Architects (RIBA) North, situado a menos de 500 metros de la galería original. Este espacio más reducido continuará albergando exposiciones mientras se llevan a cabo las renovaciones.
Una de las metas de la renovación es que la galería refleje de manera más auténtica la identidad de Liverpool. Legg destacó que «una de las cosas que realmente queríamos hacer era sentirnos más arraigados en Liverpool», añadiendo que en ocasiones, la galería podía parecer un museo cualquiera en el mundo. «Por eso, lo que realmente queremos es abrir las ventanas que fueron tapiadas en los años 90», concluyó.