La desinformación es un fenómeno que afecta a diversas comunidades en todo el mundo, y las comunidades migrantes en Australia no son una excepción. A menudo, estas comunidades se ven expuestas a información engañosa que circula en su lengua materna y en grupos privados de conversación, lo que dificulta la intervención de agencias públicas, medios nacionales y algoritmos de plataformas digitales. Esta falta de regulación deja a los migrantes en una situación vulnerable, especialmente durante períodos críticos como elecciones o referendos, cuando la desinformación se intensifica.
Desafíos de la desinformación en comunidades migrantes
Un reciente estudio realizado entre 2023 y 2024, que incluyó encuestas y grupos de discusión con migrantes de origen chino y del sur de Asia, ha puesto de manifiesto cómo la desinformación política se manifiesta tanto en línea como en interacciones personales. Los participantes, compuestos por 192 encuestados y 14 participantes en grupos de discusión, compartieron sus experiencias con respecto al consumo de medios y la participación política en Australia.
Los migrantes a menudo enfrentan un doble reto: la desinformación que distorsiona su identidad y cultura en medios nacionales australianos de habla inglesa, y la desinformación dirigida que se difunde en redes sociales en sus idiomas nativos. Aunque los participantes mostraron un nivel medio de confianza hacia los medios nacionales australianos, expresaron desconfianza hacia la representación de su cultura y su historia, lo que refuerza la percepción de que los medios a menudo los reducen a estereotipos simplistas.
En este sentido, las voces de los migrantes son cruciales. Un participante de origen sudasiático mencionó: «Se habla de Sri Lanka principalmente en términos de cricket o turismo. Fuera de eso, no hay mucha profundidad en la cobertura». Las narrativas limitadas que se ofrecen en los medios nacionales contribuyen a una comprensión distorsionada de las comunidades migrantes, lo que a su vez erosiona la confianza en la información que consumen.
El consumo de medios por parte de estas comunidades suele estar marcado por una estrategia de diversificación, donde recurren a múltiples fuentes para obtener una visión más completa de los temas que les interesan, como los derechos humanos o el cambio climático. Sin embargo, esta estrategia no siempre es suficiente para contrarrestar la desinformación específica que enfrentan, especialmente cuando esta se distribuye en círculos cerrados y a través de plataformas digitales en su idioma nativo.
A medida que se aproxima una importante elección federal en Australia, se hace evidente la necesidad urgente de abordar la desinformación que afecta a las comunidades migrantes. Actualmente, las campañas de concienciación generalizadas no han demostrado ser efectivas, ya que la desinformación que circula está altamente segmentada y adaptada a las circunstancias particulares de estas comunidades. En lugar de depender únicamente de cambios legislativos o de las prácticas de las plataformas en línea, se sugiere que se desarrollen intervenciones comunitarias que sean culturalmente resonantes y que aborden las desventajas históricas que enfrentan estas poblaciones.
En este contexto, es fundamental que las instituciones públicas y los medios de comunicación australianos escuchen y se comprometan con las realidades de las comunidades migrantes. Solo a través de una comprensión más profunda y un compromiso genuino se podrá mitigar el impacto de la desinformación y fomentar un entorno informativo que sea justo y representativo para todos los habitantes, independientemente de su origen cultural.
