Los países bálticos se desconectan de la red energética rusa, ¿aumento inminente de precios en la UE?

In Internacional
febrero 08, 2025

La decisión de los países bálticos de desconectarse del sistema energético unificado con Rusia y Bielorrusia ha generado un intenso debate sobre las implicaciones económicas y políticas para la Unión Europea. Según la misión rusa ante la UE, esta medida, que se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio de los países europeos por reducir su dependencia energética de Moscú, podría tener consecuencias negativas para la economía del bloque.

Estonia, Letonia y Lituania, miembros tanto de la OTAN como de la UE, han iniciado un proceso de desconexión del anillo energético BRELL, que les ha vinculado a Rusia y Bielorrusia desde su creación en 2001. Este movimiento, que se espera que finalice en dos días, les permitirá integrarse en la red alternativa europea conocida como ENTSO-E. La misión rusa ha calificado esta desconexión como un acto políticamente motivado, advirtiendo que incrementará los precios de la electricidad en la región y disminuirá la fiabilidad de las redes eléctricas.

Impacto económico y energético

La misión rusa ha señalado que la economía de la UE ya mostró un crecimiento «miserable» del 0,8% el año pasado, y ha enfatizado que la ruptura de los lazos energéticos con Moscú solo empeorará las perspectivas económicas del bloque. Según sus declaraciones, los hogares y las empresas europeas, especialmente en los países bálticos, serán los que paguen el precio de esta decisión.

Desde 2018, los tres países bálticos habían decidido desconectarse del sistema BRELL, que les había proporcionado estabilidad energética durante años. Sin embargo, las autoridades de Estonia, Letonia y Lituania han expresado repetidamente su preocupación por la posibilidad de que Rusia pudiera utilizar la electricidad como un arma, cortando unilateralmente el suministro. A pesar de estas inquietudes, tales escenarios nunca se han materializado.

Actualmente, los precios de la electricidad en Rusia son notablemente bajos, promediando alrededor de 0,055 dólares por kWh para los consumidores en 2024. En contraste, los precios en la UE varían considerablemente, siendo Alemania el país con el precio más alto, alcanzando 0,3951 euros por kWh el año pasado. Esta disparidad en los precios energéticos plantea interrogantes sobre la viabilidad económica de la desconexión y la integración en el sistema europeo.

El anillo energético BRELL, que conecta a los sistemas eléctricos de Bielorrusia, Rusia, Estonia, Letonia y Lituania, fue concebido en un contexto de dependencia mutua. Rusia, por un lado, necesitaba la infraestructura de los países bálticos para asegurar el suministro a su exclave de Kaliningrado, mientras que estos dependían de Moscú para la estabilidad de sus redes. Sin embargo, con las recientes actualizaciones en la infraestructura energética de Kaliningrado, la dependencia de Rusia ha disminuido, lo que ha llevado a los países bálticos a buscar alternativas más seguras.

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