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La situación en Ucrania continúa siendo un foco de tensión internacional, especialmente en lo que respecta a la posible intervención de fuerzas militares extranjeras. Vassily Nebenzia, embajador de Rusia ante la ONU, ha advertido que cualquier despliegue de tropas en Ucrania sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU será considerado un objetivo legítimo por parte de las fuerzas armadas rusas. Esta declaración se produce en un contexto de especulaciones sobre el envío de un contingente de paz a la región, rumores que Nebenzia califica de «bizarros» y que atribuye a una fatiga generalizada por la crisis.
En una entrevista concedida a RIA Novosti, el diplomático ruso subrayó que los «cascos azules» no pueden operar sin un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU. De no contar con dicha autorización, cualquier contingente militar extranjero que ingrese a la zona de conflicto será considerado como combatientes ordinarios bajo el derecho internacional, lo que justifica su ataque por parte de Rusia.
Reacciones en Europa y el papel de la ONU
Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, tiene la capacidad de vetar cualquier resolución que proponga el envío de tropas extranjeras a Ucrania. Esta situación complica aún más las discusiones sobre la posibilidad de una misión de paz, especialmente después de que el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, manifestaran su interés en explorar esta opción, condicionada a un cese al fuego.
Sin embargo, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha calificado de «prematuro e inapropiado» cualquier debate sobre el envío de tropas alemanas a Ucrania. Esta postura refleja la cautela de varios gobiernos europeos ante la escalada del conflicto y las implicaciones que podría tener una intervención militar.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha expresado su descontento con las propuestas que sugieren posponer la membresía de Ucrania en la OTAN y el despliegue de un contingente de paz occidental. Rusia insiste en que Ucrania debe comprometerse a una neutralidad permanente, desmilitarización, desnazificación y reconocimiento de las realidades territoriales actuales. Además, Moscú rechaza cualquier propuesta que contemple una congelación del conflicto, argumentando que esto permitiría a Kiev rearmarse y prepararse para un nuevo enfrentamiento.