El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desmentido la existencia de una «crisis política» entre el PSOE y Sumar en relación a la tributación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Durante su comparecencia en los pasillos del Congreso, Sánchez afirmó: «En absoluto», al ser cuestionado sobre la supuesta tensión con el partido liderado por Yolanda Díaz. A pesar de los intentos de ambos líderes de proyectar una imagen de unidad y buena sintonía durante la sesión plenaria, las discrepancias en torno al SMI persisten.
La controversia se centra en el hecho de que el gobierno ha decidido que los trabajadores que perciban el SMI deberán tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), algo que Yolanda Díaz ha criticado abiertamente. La ministra de Trabajo ha defendido que estos ingresos deberían estar exentos de tributación. La situación se volvió más tensa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde Díaz expresó su sorpresa al enterarse por los medios de comunicación que su propuesta no había sido aceptada. En ese momento, la ministra de Educación, Pilar Alegría, se dirigió a ella para matizar que «eso no es así», lo que subraya la falta de comunicación interna en el Ejecutivo.
A pesar de las diferencias evidentes, los miembros del Gobierno han tratado de minimizar la situación y asegurar que la coalición sigue en buen estado. El ministro Pablo Bustinduy enfatizó la necesidad de «desdramatizar» el asunto, mientras que otros miembros del Ejecutivo prefirieron evitar pronunciarse al respecto. Con todo, el grupo parlamentario plurinacional, que incluye a Sumar, ha registrado en el Congreso una proposición de ley para modificar la normativa del IRPF, buscando ajustar el límite exento para el SMI, que se establece en 16.576 euros brutos anuales para 2025.