El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tenía conocimiento de las intenciones del imán que influyó en los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils en 2017, según las declaraciones de Mohamed Houli, condenado por su participación en estos ataques. Durante su comparecencia en la Comisión de investigación del Congreso, Houli afirmó que su silencio anterior se debió al “miedo” a represalias. A pesar de sus alegaciones, no presentó pruebas que respaldaran sus afirmaciones, lo que llevó a los representantes de varios partidos, incluidos PSOE, Sumar y Vox, a no otorgar credibilidad a sus declaraciones. El Partido Popular, por su parte, decidió abandonar la comisión en respeto a las víctimas del terrorismo.
La comparecencia del condenado
Mohamed Houli, que cumple una condena de 43 años de prisión en Córdoba, fue trasladado a Madrid para esta comparecencia excepcional, ya que no es común que un juez permita que un reo comparezca en persona ante el Congreso. Este hecho sorprendió a algunos miembros de la comisión, quienes generalmente solicitan este tipo de comparecencias con pocas esperanzas de que sean aprobadas. En esta ocasión, la Guardia Civil se encargó del traslado y la Policía Nacional del Congreso implementó un dispositivo de seguridad extraordinario para garantizar la custodia del condenado durante su declaración.
Houli compareció esposado y de espaldas a la Mesa de la Comisión, lo que marcó un protocolo de seguridad inusual. Su presencia en el Congreso se produjo después de que el Tribunal Supremo confirmara su condena en 2023, por su participación en los atentados que dejaron 16 muertos y cerca de 150 heridos en agosto de 2017. A pesar de la gravedad de sus afirmaciones, la falta de evidencia sólida y la controversia en torno a su testimonio han generado un debate intenso sobre el papel de las instituciones en la prevención del terrorismo y la gestión de la seguridad nacional.
