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Seis claves para vivir mejor

In Salud
noviembre 25, 2016

Es cierto que hay un ambiente general de desesperanza, basta con ver las noticias en la televisión o conectarse a las redes sociales. Parece que cualquier tiempo pasado fue mejor y que el futuro no se puede cambiar, pero no te dejes contagiar por esa negatividad. Todos los días ocurren cosas buenas en el mundo. Además, trata de no alimentar la semilla del miedo, no podrás avanzar. Cada vez que sientas angustia recuerda que de todas las experiencias se aprende.

La falta de estabilidad emocional y material, dejarnos inundar por las malas noticias, mirar con desidia el futuro… nos contagia el virus del desánimo. ¿Quieres contrarrestar sus efectos nocivos? Sigue estas pautas de comportamiento que te ayudarán a ver el lado bueno de las cosas.

Habla en positivo

Vivir en la queja, despotricar sin ningún fin o mantener un vocabulario negativo no te ayudará. Al usar un lenguaje victimista alimentas la inseguridad y la desconfianza. Elige palabras positivas para comunicarte con los demás y para contarte a ti mismo la realidad. Los términos con una carga positiva quitan dramatismo a las situaciones más complicadas y tienen un impacto directo sobre la activación cerebral. Hazte una lista con veinte palabras motivadoras. Dilas en voz alta o escríbelas cuando estés de bajón. “Tienen el poder de cambiar el estado de ánimo”.

Cambia el punto de vista

Por educación, estamos programados para quedarnos con lo malo (está relacionado con la supervivencia). Pero esta actitud pesimista impide identificar sucesos cotidianos gratos. Todos los días hay alguno: un paseo, escuchar tu canción favorita, ese chiste que te ha hecho sonreír… “Haz un diario con ellos, revísalos al terminar la jornada y da las gracias por lo acontecido. Te ayudará a relativizar las dificultades y a tomar una nueva perspectiva ante la vida”.

Acepta los cambios

Son una oportunidad para crecer, aunque son una de las mayores fuentes de desánimo. Y es que la mayoría no estamos equipados para aceptar acontecimientos inesperados, nos aferramos al mundo conocido, a lo previsible. ¿La consecuencia? La incertidumbre nos hace sentir vulnerables y aparece el miedo, uno de los sentimientos más dañinos que existe porque paraliza. ¿Qué hacer? Ver los giros abruptos como una oportunidad y no como un problema. Está demostrado que en este tipo de situaciones las personas desarrollan cualidades para extrae el máximo beneficio.

Alcanza pequeños logros

Y celébralos cada día. No se trata de ponerse la capa de Supermán y salvar el mundo, esto es un enorme reto que causa impotencia. Haz un guión con pequeñas metas que quieras conseguir, asegúrate de que cada día haces algo concreto para cumplirlas y felicítate por ese progreso. El solo hecho de haberlas plasmado hará que las veas como posibles, motiva para afrontar cualquier obstáculo y refuerza la autoestima.

Alimenta el disfrute

Busca actividades antidesmotivación. A veces el hartazgo vital viene propiciado porque nos negamos el derecho a disfrutar, ya que pensamos: ¿quién tiene tiempo para eso? Pues es un error. Tener hobbies, hacer algo que te anime, dejar espacios para el encuentro genera una disposición positiva frente a la vida.

No huyas del sufrimiento

Hay que aprende a manejarlo. A veces las cosas no suceden como esperábamos y aparece el dolor, la pena y la rabia. No te quedes enganchado a estos sentimientos. Establece un diálogo interno que te ayude a tolerar la frustración, a ver soluciones y a aliviar el padecimiento.