Aguas residuales industriales: tipos de tratamientos y sus beneficios

In Sociedad
octubre 01, 2021

Estas aguas se generan en abundancia debido a la actividad industrial, teniendo en cuenta que existen diversos tipos de ellas y que, en su mayoría, suelen contener ciertas sustancias contaminantes que pueden perjudicar la naturaleza en general.

A consecuencia de la actividad continuada de las diferentes industrias que existen, aparecen lo que se conoce como aguas residuales industriales. Es decir, las aguas que se generan por estos procesos industriales y que, en la mayoría de los casos, son muy contaminantes para el entorno. Es importante saber que hay muchos tipos de aguas, tales como las que se presentan a partir de los propios procesos, aquellas que se utilizan en la limpieza o incluso en los sistemas de refrigeración, entre otras cosas.

No hay que olvidar que un gran número de procesos industriales necesitan el uso del agua para llevarse a cabo, si bien, una vez que se ha terminado su utilización, es habitual que se deseche. Sin embargo, no es conveniente verterla directamente al medio natural, de ahí que, cada vez con más frecuencia, se vuelva imprescindible contar con una red de saneamiento.

Es precisamente en este contexto donde hay que hablar de los tratamientos específicos para las aguas residuales industriales, sabiendo que, en la actualidad, existen de diferentes tipos, los cuales, deben regirse por la normativa nacional, así como la establecida por la Unión Europea.

¿Cuáles son los tipos de tratamientos más habituales?

Dependiendo de la actividad que desarrolle la industria, así será más conveniente aplicar un tipo de tratamiento u otro, sabiendo que los habituales son los físicos, químicos, fisicoquímicos, biológicos, enzimáticos y los procesos de oxidación avanzada.

Físicos 

Este tratamiento separa las sustancias sólidas de las aguas a partir del choque contra unas rejas especiales, por lo que, en este caso, la acción de las fuerzas es fundamental. Así, se trata de un sistema que permite separar las moléculas contaminantes rápidamente.

Químicos

Tal y como su nombre indica, para realizar la separación, es necesario utilizar en este tratamiento ciertas sustancias químicas, las cuales, comienzan a funcionar rápidamente con el fin de eliminar los contaminantes del agua.

Fisicoquímicos

En este caso, el tratamiento es similar al anterior, si bien, las sustancias químicas que se utilizan principalmente son coagulantes o floculantes, que ayudan a iniciar el proceso de sedimentación. La mayor ventaja de este tratamiento es que su efectividad es bastante alta.

Biológicos

Aquí, la eliminación de las sustancias contaminantes se lleva a cabo a partir de la propia actividad metabólica que presentan los microorganismos. Habitualmente, en este proceso los contaminantes se convierten en gases, los cuales, se expulsan directamente a la atmósfera.

Enzimáticos

Se considera una variante del tratamiento biológico, en el cual, los microorganismos expulsan enzimas que tienen la capacidad de oxidar los contaminantes, haciendo que sean mucho menos perjudiciales para la salud.

Oxidación avanzada

Conocido como POA, se trata de un proceso fisico-químico que produce cambios sustanciales en la estructura que presentan las sustancias contaminantes. Así, estas se destruyen a partir de sustancias químicas muy conocidas que tienen la capacidad de oxidar.

Beneficios de los tratamientos de aguas residuales para las industrias

Gracias a la aplicación de alguno de los tratamientos de aguas residuales anteriormente citados, la mayoría de industrias del mundo pueden disfrutar de un gran número de beneficios.

De esta manera, una de las primeras cosas que hay que mencionar es que, con estos tratamientos, la capacidad de la planta industrial aumenta considerablemente, pudiendo incluso tratar un 50% más de agua.

También es importante mencionar que la mayoría de equipos que se utilizan para llevar a cabo este tipo de tratamientos, se adaptan perfectamente a cualquier industria y sus instalaciones.

Además, a todo ello hay que sumar que se reducen bastante los costes de mantenimiento y se evitan problemas en la planta habituales como la formación de espumas o la acumulación de microcontaminantes, entre otras cosas.

Finalmente, hay que decir que favorece a la reducción de olores, sobre todo, para las emisiones de aerosoles o de compuestos orgánicos que son volátiles.