Confusión entre asteroides y artefactos espaciales
El reciente descubrimiento de un nuevo objeto celeste ha resultado ser un error de identificación. Anunciado el 2 de enero como el asteroide 2018 CN41, en realidad se trataba de un Tesla Roadster lanzado al espacio por Elon Musk en 2018 a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX. Este vehículo, que incluía un maniquí vestido de astronauta conocido como «Starman», fue enviado en una órbita prolongada alrededor del sol, lo que refleja la creciente interacción entre la exploración espacial y los objetos creados por el ser humano.
La confusión surgió cuando un astrónomo reportó avistamientos del objeto como si fuera un asteroide. Sin embargo, un día después, el Centro de Planetas Menores de la Universidad de Harvard rectificó la información, confirmando que el objeto era en realidad el coche de Musk. Este tipo de errores no es aislado, según el astrónomo Jonathan McDowell, quien ha señalado que otros artefactos, como el satélite Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP), también han sido erróneamente clasificados como asteroides en distintas ocasiones. Este satélite, en funcionamiento desde 2001 hasta 2010, fue finalmente identificado correctamente cuando realizó maniobras en su órbita.
La falta de transparencia en las operaciones de los satélites y otros vehículos espaciales de compañías comerciales y agencias gubernamentales es un factor que contribuye a estas confusiones. La Sociedad Astronómica Americana (AAS) ha expresado su preocupación por esta falta de claridad, instando a una mejor coordinación y seguimiento de los vehículos en órbita. Con el aumento de lanzamientos comerciales, como los 134 realizados por SpaceX en 2024, la necesidad de un sistema eficiente de seguimiento se vuelve más urgente. Implementar un sistema similar al que se utiliza en la aviación y la navegación marítima podría ayudar a prevenir futuras confusiones y garantizar una mejor observación de asteroides potencialmente peligrosos.