Cualquier excusa es buena para acabar de liquidar a Izquierda Unida, o al menos así es para el diario Público, uno de los medios que más empeño ha puesto en apoyar a quienes quieren sustituir a la izquierda española, por una especie de formación populista – socialdemócrata como es Podemos.
Así queda reflejado una vez más en el medio que impulsó el magnate trotskista Jaume Roures, que después de influenciar mediáticamente para colocar a los grandes liquidadores al frente de los distintos órganos de Izquierda Unida, y sumar a la campaña de desprestigio de grandes dirigentes como Cayo Lara, comienza ahora su campaña de desprestigio, tratando a Izquierda Unida como un elemento arcaico.
En esta ocasión, ha sido el blog «Strambotic» el que, en clave de humor pero con una marcada intencionalidad, ha definido a IU del siguiente modo: «Los más viejos del lugar todavía se acordarán de Izquierda Unida, una formación política paleocomunista con vocación de oposición que surgió de lo que quedaba del PCE. Su líder durante una temporada, Gaspar Llamazares, tuvo en 2010 sus inesperados 15 minutos de fama mundial por culpa de un burdo montaje del FBI en el que se pretendía que aventurar el aspecto en aquel momento de nada menos que Bin Laden».
Si fuese posible calcular en dinero lo que cuesta toda la publicidad monográfica que algunos medios han regalado a Podemos, directa, o indirectamente como en este caso, posiblemente encontraríamos que después del Partido Popular, Podemos es el partido indirectamente más «financiado» por los medios del capital. ¿Será algo inocente? Para los seguidores de Podemos, abducidos hasta extremos propios de la fe religiosa, parece que sí.
El principal accionista de Público es Toni Cases, dueño de una consultora muy influyente en América Latina en medios asociados a la oligarquía. Cases es desde hace casi dos décadas asesor estratégico de Clarín, uno de los periódicos más denostados por los movimientos populares argentinos.