Más de cincuenta personas han resultado heridas, y al menos 25 han muerto, en un atentado terrorista en la ciudad de El Cairo, en Egipto. Las autoridades egipcias aseguran que la cifra de muertos podría aumentar en las próximas horas.
Los hechos han ocurrido después de que un artefacto explosivo detonara alrededor de las 10 de la mañana en la catedral copta ortodoxa de San Marcos, en el distrito central de Abbasia, cuando en el templo se llevaba a cabo una misa.
La prensa egipcia asegura que una mujer habría dejado en la catedral una maleta, que contenía el explosivo, y que la bomba fue detonado a distancia.
Además, la prensa indica que la explosión fue en el ala de la catedral donde suelen rezar las mujeres, por lo que la mayor cantidad de víctimas son mujeres y niños.
El calvario de la comunidad copta en Egipto
No es la primera vez que el objetivo de los terroristas egipcios es la comunidad de cristianos coptos.
Tras el derrocamiento por parte del pueblo y el ejército egipcio de los Hermanos Musulmanes, que pretendían instaurar una dictadura teocrática, los islamistas radicales se han cebado con policías, soldados, funcionarios, comunistas, sindicalistas, cristianos, shiíes y sobre todo coptos, con un saldo de decenas de muertos en todo el país.
Reciente es el caso de un taxista que fue linchado hasta la muerte por los Hermanos Musulmanes por llevar en su coche un cruz cristiana copta. La iglesia copta de Minya fue incendiada, 20 iglesias más corrieron la misma suerte, así como numerosos comercios propiedad de coptos.
Recordemos que el carácter fascista de los Hermanos Musulmanes no es algo novedoso, ya en 1954 el Presidente socialista Gamal Abdel Nasser, ilegalizó y disolvió esta agrupación reaccionaria de los Hermanos Musulmanes y fue el dictador pro-sionista Mubarak quien la legalizó en los años 80 y la apoyó para que sembrase su islamismo reaccionario, divisionista, fanático, antinacional y antisocial.