En la mañana de hoy, han sido enterradas las cenizas del poeta y revolucionario español, Marcos Ana, en su pueblo natal, San Vicente (Alconada, Salamanca).
El lugar elegido para depositar sus restos mortales está cargado de simbolismo: bajo un arce, un árbol que cada año dará hojas rojas.
En declaraciones, el Procurador en las Cortes de Castilla y León por IU-Equo y Coordinador General de IUCyL, José Sarrión, que asistió al homenaje, ha afirmado que «no hemos enterrado a un hombre: hemos sembrado su semilla».
Marcos Ana, cuyo nombre de nacimiento era Fernando Macarro Castillo, fue uno de los últimos supervivientes de los presos que más tiempo cumplieron condena en las cárceles de Franco (23 años de presidio), comunista, escritor y poeta. Combatiente activo en defensa de la República, fue comisario político de la 44 Brigada Mixta.
El pasado 24 de noviembre, fue ingresado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid con pronóstico grave donde falleció pocas horas después. A su homenaje postumo acudieron miles de personas.