La administración del «añorado» Obama, ha admitido en el día de hoy, que las Fuerzas de EEUU en Afganistán, dispararon contra viviendas civiles el pasado mes de noviembre, asesinando a 33 personas inocentes e hiriendo a otras 27 de distinta gravedad.
Según un informe de investigación militar emitido por la OTAN, los hechos ocurrieron durante un combate contra miembros del movimiento Talibán, en la provincia afgana de Kunduz.
Tal y como reporta la agencia de noticias AP; en señal de protesta, un grupo de personas tomaron los cuerpos de las 33 víctimas civiles, entre las que había varios niños, y depositaron los cadáveres a las puertas de la oficina del gobernador de la localidad.
El asesinato de estos 33 civiles ocurrió sólo 14 meses después de los bombardeos estadounidenses contra el hospital de Kunduz, administrado por Médicos Sin Fronteras, que el 3 de octubre de 2015 causó la muerte de 42 personas entre el personal y los pacientes.
