El 5 de abril de este año el Centro administrativo de los Testigos de Jehová de Rusia tiene una cita con el Tribunal Supremo del país eslavo. Entre los días 8 y 27 de febrero se realizaron inspecciones sorpresa a esta organización en las que se descubrió que esta incumple sus estatutos y viola la ley contra las actividades extremistas de Rusia.
Los que se posicionan en contra de la medida se encuentran en un estado de alarma. ‘Si el Ministerio de Justicia se sale con la suya, los creyentes podrán ser castigados a penas de hasta 10 años de prisión’, aseguró Vasili Kalin, el presidente del Centro administrativo de los Testigos de Jehová de Rusia.
Por otro lado, ante los tribunales, no cabe lugar a duda de que los Testigos de Jehová son una secta de carácter totalitario. Alexandr Dvorkin, profesor y experto en religión, ha comentado sobre la situación: ‘Ejercen un control rígido sobre los miembros de su comunidad, que llega hasta la limitación de sus derechos civiles y la regulación estricta de su vida cotidiana, además, recurren al engaño a la hora de reclutar a nuevos miembros’. Desde el exterior, en Rusia los Testigos de Jehová son predicadores agresivos, que pueden poner en peligro a sus propios seguidores, por ejemplo, prohibiéndoles recibir transfusiones de sangre.
En términos legales, la suspensión de los Testigos de Jehová en Rusia no equivaldría a su prohibición, ya que se podría seguir practicando la religión libremente.