Esta ridícula historia tuvo lugar en el Reino Unido este fin de semana. Un bebé fue llamado a la embajada de los Estados Unidos en Londres para someterse a un largo interrogatorio, según informa el periódico The Telegraph. Tal y como informaron las autoridades estadounidenses, el niño de sólo tres meses de edad era considerado sospechoso de terrorismo.
Harvey Kenyon-Cairns, que es como se llama el bebé, estaba a punto de disfrutar de sus primeras vacaciones en el extranjero en la ciudad de Orlando, Florida, con su abuelo, Paul Kenyon. Sin embargo, éste cometió un error al completar la exención de visado del niño. A la pregunta «¿Ha estado usted involucrado en terrorismo, espionaje, sabotaje, o genocidio?» El abuelo inadvertidamente marcó la casilla «sí».
Resultado: la visa de su nieto se negó, y las autoridades de Estados Unidos en suelo británico enviaron una citación al niño a su casa en Poynton, al sur de Manchester, para llevar a cabo un «interrogatorio».
«He pensado en vestir de naranja a mi nieto como los prisioneros de Guantánamo, pero no creo que tengan mucho sentido del humor a la embajada de EEUU», bromeaba el abuelo.