El número de siniestros en los que las causas confirmadas evidencian fallos mecánicos ha aumentado peligrosamente en los últimos años, según denuncian diversos colectivos de investigación sobre seguridad vial. Este verano, la DGT ha iniciado una campaña de vigilancia del estado de los vehículos ya que se esperan más de 20 millones de desplazamientos en todo el verano, y las denuncias por mal estado de conservación de los coches ha aumentado en los últimos años.
En un reciente estudio del Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia en colaboración con la empresa Goodyear, fabricante de neumáticos, se confirma que más de la mitad de los accidentes en los que un fallo mecánico es la causa del siniestro, el origen de dicho fallo mecánico se encuentra en un neumático en mal estado, incentivado por una sobrecarga del vehículo y la acción de las altas temperaturas sobre la mecánica y el neumático del vehículo.
Y es que los neumáticos son considerados por la Dirección General de Tráfico como uno de los elementos básicos de seguridad de todos y cada uno de los vehículos. Una mala conservación de los mismos puede suponer un desenlace fatal, resaltan. Desde el informe se evidencia que la mayoría de los accidentes provocados por un fallo en el funcionamiento normal de los neumáticos ha ocasionado una salida de vía con graves o fatales consecuencias.
Según este informe pionero en la investigación de la relación entre siniestralidad y estado de los neumáticos, los reventones, el desgaste o el mal inflado de las ruedas suponen ya la tercera causa de accidente en autopistas, solo por detrás de las distracciones y el sueño.
Si el neumático está desgastado, la posibilidad de sufrir un reventón y la consiguiente pérdida de control del mismo, se multiplica por diez. De ahí que diversos colectivos coincidan en señalar la importancia de revisar los neumáticos cada mes y medio a fin de asegurarse que cada uno de los elementos de seguridad que incluyen están en perfectas condiciones para asegurar un viaje seguro. En caso contrario, desde los especialistas en neumáticos en Albacete insisten en que cambiar neumáticos es la única forma de no poner en riesgo a los ocupantes del vehículo y al resto de usuarios de la vía.
Los neumáticos, la primera protección del vehículo en circulación
La normativa vigente en España indica que la profundidad mínima viable con la que puede circular un neumático es de 1,6 mm. Sin embargo, pocos conductores, según una encuesta de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio Nacional del Caucho, conocen la razón última de por qué es importante cumplir con este mínimo, y en caso de no alcanzar este estado, proceder a su sustitución.
Los especialistas en seguridad vial insisten en el papel que realizan los neumáticos como guías de la trayectoria del vehículo y absorción de las irregularidades del terreno. Por otra parte, su cometido también pasa por ser el transmisor de los esfuerzos y la potencia útil del motor que hacen que el vehículo se mueva.
En definitiva, mantener en buen estado los neumáticos del vehículo puede suponer la diferencia entre un accidente y un viaje con final feliz. Para ello, las autoridades y especialistas en seguridad vial aconsejan verificar la presión del aire de los neumáticos al menos una vez al mes y siempre que se emprenda un viaje con un largo recorrido, como en los periodos vacacionales. Comprobar que el dibujo del neumático supera los 1,6 mm mínimos viables evitará riesgos de derrape y aguaplaning.
Asimismo, insisten, hay que realizar el control de su estado de forma diferente, ya que no se desgastan por igual los neumáticos de la parte delantera que los de la parte trasera. Fabricantes y expertos en seguridad vial señalan que es recomendable utilizar los neumáticos más nuevos en el eje trasero.
Mayor y más profunda educación vial
Desde los colectivos a favor de una mayor seguridad vial se insisten en la necesidad de concienciar a los usuarios de que el mantenimiento básico del vehículo no es un gasto sino una inversión en vida.
Recuerdan que si bien hace apenas 10 años se renovaban 1,2 neumáticos al año por vehículo, en la actualidad, la media se ha estancado en un 0,8, lo que muestra una clara intencionalidad en ahorrar en el cambio de los neumáticos aun a costa de poner en riesgo nuestra seguridad y la del resto de usuarios de la vía.
A tal extremo ha llegado la situación de los neumáticos del parque automovilístico español que la primera campaña oficial de la Dirección General de Tráfico para el periodo de verano está relacionado con la vigilancia de la revisión de la Inspección Técnica de Vehículos.
Es más, en la Región de Murcia, la Guardia Civil de Tráfico tiene prerrogativas para sancionar a aquellos vehículos que circulen con los neumáticos en mal estado con multas de hasta 400 euros. En el peor de los casos, si la Autoridad de Tráfico considera que la circulación de un vehículo por el estado de sus neumáticos puede suponer un riesgo para el resto de vehículos, puede proceder a su inmovilización.
El parque automovilístico español se encuentra entre los más longevos de toda Europa. En los últimos diez años, el ritmo de envejecimiento ha sido alarmante: la vida media de los vehículos que conforman nuestro parque automovilístico rondan los 12 años, lo que supone mayor índice de contaminación y menores sistemas de protección al usuario. Algo que incluye también los neumáticos.