Las trabajadoras de Bershka en la provincia de Pontevedra, una de las marcas de ropa de la multinacional española Inditex, han decidido continuar la huelga iniciada hace ya más de una semana y que está siendo apoyada por la totalidad de la plantilla.
El pasado martes una representación de las empleadas mantuvo una larga reunión con directivos de Inditex, pero el encuentro terminó sin acuerdo.
El principal foco del conflicto está en los bajos salarios que cobran (unos 130 euros mensuales menos de lo que reciben las empleadas de las tiendas de la provincia de A Coruña por el mismo trabajo) y la generalizada precariedad, con un 90% de contratadas a tiempo parcial, horarios que les impiden conciliar con la vida familiar y vacaciones inferiores a los 13 días en verano.
Las trabajadoras quieren igualar su sueldo con el de sus compañeras de otras provincias pero hasta el momento solo han conseguido que la empresa acceda a incrementar el salario en 80 euros, por lo que seguirían cobrando 50 euros menos que sus compañeras.
La secretaria de CIG-Servicios de Pontevedra explica que «la gente está muy quemada, enfurecidas por el poco caso que nos están haciendo desde la empresa y los medios de comunicación». «El paro no está apareciendo en casi ningún medio de comunicación: ni La Voz de Galicia, ni Faro de Vigo, ni Atlántico Diario, ni la TVG, ni la Radio Galega… A pesar de que las cinco tiendas llevan ya seis días cerradas y de que el 100% de la plantilla, todas mujeres, están en huelga», dice. «Esto no ha pasado nunca, ni en las huelgas del metal. Es increíble el control informativo», señala.
«Las compañeras están muy motivadas. Vamos a continuar la huelga y vamos, además, a endurecerla», comentó la portavoz. «Estamos diseñando nuevas acciones. Vamos a hacer todo lo posible para que se visibilice el conflicto», añade.