El jefe del estado, Felipe VI, se ha dirigido este domingo, como es tradición en Nochebuena, a todos los españoles y ha hablado sobre la situación política y social actual.
La última vez que lo hizo fue el pasado 3 de octubre, dos días después del referéndum ilegal celebrado en Cataluña. En aquella ocasión, el monarca hizo una declaración extraordinaria para defender a la constitución ante la «situación de extrema gravedad» y fue duramente criticado por sumarse al discurso político lanzado desde Moncloa.
Con su discurso del pasado mes de octubre Felipe VI salió a defender la constitución saltándose uno de sus punto clave, que deja claro que el rey no debe inmiscuirse y tomar posicionamiento político alguno.
Hoy el monarca también se refirió a Cataluña en su discurso de Navidad. El rey pidió a los representantes que han sido elegidos en las elecciones «un camino que lleve a que renazca la confianza». El rey, que habla de familias y amigos separados, asegura que ahora toca evitar enfrentamientos.
«La historia de la España que juntos hemos construido es la historia de un gran triunfo de todos los españoles. Una España a la que no debemos renunciar, que ha de ilusionar y motivarnos, y que debemos seguir construyendo, mejorándola, actualizándola, sobre la base sólida de los principios democráticos y los valores cívicos de respeto y de diálogo que fundamentan nuestra convivencia».
«En el camino que hemos recorrido, por supuesto, hay que reconocer que no todo han sido aciertos; que persisten situaciones difíciles y complejas que hay que corregir, y que requieren de un compromiso de toda la sociedad para superarlas».
«El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento y la exclusión, que -como sabemos ya- sólo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento moral, cívico y -por supuesto- económico de toda una sociedad».
«Un camino que debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana -tan diversa y plural como es- recupere la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo, por lo que las ideas no distancien ni separen a las familias y amigos. Un camino que debe conducir también a que renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña».