El mundo avanza de forma imparable hacia una transformación digital. Es un hecho que se lleva observando desde hace años, aunque el ritmo al que se genera este cambio sigue acelerando. Y algunos sectores como el de la música se han visto muy afectados. Ya prácticamente nadie compra un CD o un disco de vinilo, y las tiendas de música se han tenido que adaptar a los nuevos tiempos, ya que la alternativa era desaparecer.
Vender música ya no es rentable
Con la llegada del formato digital, lo que antes era el centro de negocio ha cambiado. La venta de canciones ya no es la fuente de ingresos principal. Ahora se tiene que diversificar y buscar otras formas de generarlos, como pueden ser la venta de entradas o el merchandising. Por ejemplo, las camisetas de bandas de rock siguen teniendo la misma demanda que antes, incluso algo más. Es ahí ahora donde se concentran los esfuerzos de las tiendas, ya que este tipo de productos no se pueden conseguir en otro formato que no sea el de siempre. Puede que cambien los métodos de estampación o la fibra con la que se fabrican, pero una camiseta siempre será una prenda.
La música es digital. Las tiendas, también
Otro de los cambios que ha traído la tecnología y los nuevos formatos es el modo en el que los clientes hacen sus compras. Cada vez hay más personas que recurren a Internet para hacerlo, y las tiendas físicas empiezan a ser cosa del pasado.
Si se quiere sobrevivir en el negocio, se impone un cambio. Uno orientado hacia el mismo mundo en el que ya se mueven las canciones. Las tiendas en línea son imprescindibles hoy, aún para aquellos sitios que se resisten a dejar de tener las puertas abiertas para quien quiera entrar a curiosear.
Hay quien asegura que estos cambios hacen inevitable la desaparición de las tiendas físicas. En realidad, más que ver cómo estas dejan de existir estamos asistiendo a un nuevo entorno en el que se diversifican las opciones. Algunos clientes buscan en Internet los productos que les interesan, pero luego es en una tienda donde los compran porque pueden verlos más de cerca. También están los que lo hacen al revés, mirando en establecimientos reales las novedades y decidiendo después comprar algo desde la comodidad de su casa.
Las tiendas de música crean cultura musical
Hay algo por lo que podemos asegurar que las tiendas de música no desaparecerán por completo. Y es que la cultura musical es mucho más que comprar discos. Se trata de un mundo en el que hay envueltos sentimientos y emociones, elementos que cada uno quiere vivir a su manera. Algunos siguen prefiriendo abrir la caja del CD o coger la funda de un disco de vinilo, colocarlo en el lector y escuchar a su artista preferido mientras se relajan en el salón. Otros no dudan en comprar las entradas para un concierto en cuanto salen a la venta. Y los hay que prefieren llevar su música a cualquier parte, en su smartphone o algún reproductor portátil, mientras muestran orgullosos los artículos de recuerdo que marcan un estilo, como las camisetas.
Estos negocios juegan también un papel importante contra la piratería, uno de los problemas que más preocupan al sector de la música. De hecho, este tiene más responsabilidad en el cierre de las tiendas de música que la llegada del formato digital.
A pesar de todo, la música no deja de estar presente en nuestras vidas. Y las tiendas de música tampoco lo harán. Solo se reinventan para adaptarse a los nuevos tiempo.