Fue en la Plaza de los Cubos de Madrid donde se ubicó por primera vez la multinacional cadena de alimentación Burger King. En la actualidad ofrece servicio en toda España con más de 700 restaurantes repartidos por todo nuestro suelo nacional, lo que significa que es el segundo mercado más importante para esta empresa, solo por detrás de los propios Estados Unidos.
Es un amor recíproco y continuado, que crece y se multiplica, el que se da entre los españoles que prueban estas hamburguesas y la cadena de comida rápida que apuesta fuertemente por estrechar lazos y aumentar la cercanía con el consumidor dentro del mercado español.
Para aumentar en esa cercanía, mejorando el servicio al mismo tiempo, la apuesta ha sido firme y la dirección la de mejorar en las estrategias online y pedir Burger King a domicilio con mayor facilidad. En este sentido, el Burger King en casa es una realidad gracias a la app de Burger King, que es muy sencilla de manejar y está disponible para los sistemas Android e iOS.
Utilizando esta aplicación, además de acceder al servicio de petición de comidas, se tiene la opción de conseguir cupones, la carta para elegir el almuerzo o cena perfectos o un localizador de Burger Kings que te ayudará a encontrar el más cercano a tu ubicación.
Pero la cadena de restaurantes de comida rápida Burger King tiene consolidada su posición en el mercado nacional español desde hace mucho tiempo, y no solo por la eficiencia y preparación de sus empleados, sino también por una arquitectura que busca la eficiencia, la calidad del producto y la higiene cuyo trabajo y dedicación permanece invisible a los ojos del cliente, pero sí que sienten que están en un lugar donde se les cuida y mima desde el primero hasta el último detalle.
La cocina de estos restaurantes está optimizada con un sistema de producción que funciona como un sistema de relojería y hace que el sabor del Whopper sepa exactamente igual en cualquier parte del mundo donde exista un Burger King.
La clave para el mejor sabor se encuentra en la parrilla
Aunque esto ya lo sabemos por sus anuncios publicitarios, hasta que no probamos su excelente hamburguesa a la parrilla no somos conscientes de la verdadera naturaleza de este sabor único e inconfundible, el que le hace distanciarse de la competencia sin opción a comparaciones posibles.
Y es que la parrilla que utiliza Burger King es única y exclusiva, patentada, se encuentra cerrada y es parecida en aspecto a un horno industrial. Para que su sabor mantenga esas características tan marcadamente diferentes a cualquier otra hamburguesa, se tiene que introducir por una rendija frontal para que, una vez dentro, se cocinen a fuego, no sobre una plancha o una sartén, como puede ocurrir en cualquier otra empresa de la competencia, directamente al fuego, algo que puede verse si se abre la rendija mencionada.
Para conseguir que el sabor, que ha dado fama mundial a este producto, se mantenga exactamente igual en cualquier parte del mundo, se automatiza el cocinado. Excepto las acciones de entrada y retirada de la carne, todo lo demás se realiza de forma automática con el objetivo de mantener los más altos estándares de calidad de este producto alimenticio.
Pero el proceso no termina aquí, todo está estudiado y se ejecuta al milímetro. Cuando las hamburguesas se sacan de la parrilla, se van colocando de forma escalonada para distribuir mejor el calor y los jugos sobre unas bandejas. De este modo conservarán todas las mismas propiedades. Por último, la cadena de producción de la cocina termina cuando estas bandejas se colocan en unos estantes especialmente construidos para que conserven el calor, que se colocan justo encima de las mesas de trabajo, donde se montan las hamburguesas.
La calidad y la simetría, características de un auténtico Whopper
Una vez que sabemos que la parrilla es real, podemos estar más confiados. Esta cadena de hamburguesas no engaña a nadie y el mito de comida basura desaparece entre estos fogones, no solo por el procedimiento o la higiene de las instalaciones, sino sobre todo por la calidad de sus productos.
La carne, la reina de la composición de un Whopper, está elaborada con piezas enteras y seleccionadas de carne 100 % de vacuno de calidad, sin conservantes ni aditivos. Se trata de una carne natural sin alérgenos, y sin gluten.
Así mismo, los productos son frescos, y el reparto se realiza cada dos días en cada local. En cuanto a los vegetales y verduras se cortan en el propio restaurante, con máquinas especiales que siempre efectúan los cortes con medidas idénticas.
Al final, el resultado es un producto de gran calidad, exactamente igual a los que puedes encontrar en otros restaurantes de la misma cadena, y es que todos usan las mismas medidas para ofrecer el producto final.
Un auténtico Whopper se compone de pan caramelizado, no tostado, con 21 gramos de mayonesa sobre la parte superior de este pan. Después se le añade 21 gramos de lechuga sobre la mayonesa, y se depositan dos rodajas de tomate que no estén montadas una encima de la otra. A continuación, de coloca la carne recién sacada del horno sobre la parte inferior del pan y, sobre ella, 4 pepinillos, 3 espirales de kétchup que se extienden de fuera hacia dentro, siempre de este modo, para garantizar el mismo sabor y estética en cualquier parte del globo.