El euro (€) se introdujo hace ya décadas (data de 1999), habiendo sido los grandes beneficiados de la divisa única en la Eurozona: Alemania y los Países Bajos. En términos económicos, los países más competitivos han sido los triunfadores con el cambio de divisa, pero para el resto, la mayoría, ha supuesto un obstáculo para su desarrollo y crecimiento según un estudio realizado por varios economistas del CEP (Centre for European Policy).
Para dicho estudio se analizaron 8 países de la Eurozona mostrando que los grandes defensores de la ortodoxia fiscal, y los que más críticos han sido ante los rescates económicos, han sido los que más se han beneficiado en el club de la moneda única.
Con su introducción en la Eurozona, el euro desencadenó un aumento en el crédito y la inversión en los países más desfavorecidos del bloque. Las «ventajas» de la Eurozona como los tipos bajos de interés favorecían a Alemania y a otros países importantes que no crecían y tenían un desempleo relativamente elevado. En esos momentos, los países del sur que crecían a un ritmo superior a la media del bloque, tenían tasas de inflación superiores con tipos de interés reales negativos.
En definitiva, la asimilación del euro supuso un incentivo para la inversión y el consumo en unos países que estaban creciendo por encima de su potencial, y lo que conllevó grandes desequilibrios exteriores e interiores como la burbuja de precios de activos. Lastrando a estos países con mucho crédito barato y una asignación del mismo dudosa.
Las deudas eran difíciles de sostener y tras la crisis financiera de 2008, Grecia, Irlanda, España, Portugal y Chipre se vieron obligados a pedir ayuda financiera.
Se estima que, desde 1999, los alemanes son de media 23.000 euros más ricos de lo que lo hubieran sido sin el euro, y los holandeses 21.000 euros más ricos. Por el contrario, los italianos y los franceses son 73.000 euros y 56.000 euros más pobres respectivamente.
En el caso de Irlanda, país de la Eurozona que en la actualidad es una de las economías que más veloz crece, no se ha podido introducir en el análisis por falta de datos.
España
Los autores del estudio, Alessandro Gasparotti y Matthias Kullas, hicieron cálculos para conocer cómo habrían evolucionado los 8 países en PIB per cápita si no se hubieran adherido a la moneda única.
En 1999-2010, España se benefició del euro en cuanto a crecimiento, sin embargo selaña el informe:
«desde 2011, el euro ha resultado ser un obstáculo para la prosperidad. Las pérdidas tocaron techo en 2014. Desde entonces se han ido reduciendo de forma estable… aún así, como balance general España ha perdido 224.000 millones de PIB (en el periodo de 20 años) o 5.031 euros por cápita. Esta situación podría revertirse en pocos años si España se centra de forma firme en las reformas».
Otros miembros de la Eurozona
La mayoría de los países de la zona euro han pasado por periodos en los que la moneda común ha sido positiva pero los lapsos de tiempo en que se frenó su crecimiento, aunque hayan sido más cortos, fueron mucho más destructivos para la economía de estos países.
«En los primeros años después de su introducción, Grecia ganó enormemente con el euro, pero desde 2011 ha sufrido enormes pérdidas», aún así en este caso en concreto, los griegos son 190 euros más ricos de lo habrían sido sin el euro.
La conclusión de los autores del estudio
«Desde 2011, la adhesión al euro ha resultado en una reducción de la prosperidad. Las pérdidas alcanzaron su punto máximo en 2014. Desde entonces, han estado reduciéndose constantemente».
«Las reformas que se han llevado a cabo, están dando sus frutos», afirman estos expertos.