En la pasada Semana Santa perdieron la vida en las carreteras españoles 27 personas en 27 accidentes mortales de tráfico. Esta cifra supone cuatro fallecidos menos que el año pasado, con 31 víctimas en 29 accidentes. El total de desplazamientos de largo recorrido se eleva casi hasta los 15 millones de desplazamientos de largo recorrido.
La cifra sigue siendo muy negativa, pero desde la Dirección General de Tráfico (DGT) muestran su satisfacción por la reducción de víctimas, la cifra es la segunda con menor número de fallecidos de la serie histórica, y en un año en el que las condiciones climatológicas en buena parte del territorio nacional no fueron del todo favorables.
La DGT ha agradecido el comportamiento responsable de la inmensa mayoría de los conductores en Semana Santa, pues solo con el compromiso de los usuarios de las vías y con actuaciones correctas es posible seguir reduciendo la lacra social que son los accidentes de tráfico.
Las vías convencionales, las más peligrosas
Una Semana Santa más, las vías convencionales han sido las más peligrosas. En ellas se han producido accidentes en los que han perdido la vida 21 personas mientras que en autopistas y autovías han sido seis los fallecidos.
La razón que explica esta cifra que triplica los fallecidos entre una vía y otra se debe a que son carreteras de un solo carril y la mayoría de puntos negros se concentran en esas vías. En cuanto al medio de desplazamiento, los turismos concentran 14 fallecidos mientras que las personas que han perdido la vida sobre una motocicleta han sido seis. La última víctima mortal fue un ciclista.
Los controles de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado
La buena noticia de la reducción de víctimas mortales va también muy de la mano de la potente labora que hacen desde los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para garantizar la seguridad en las vías, tanto carreteras convencionales como autovías y autopistas.
Los controles de alcoholemia y drogas y los controles de velocidad son las grandes herramientas que permiten reducir el total de accidentes, por controlar de mejor modo la conducción. Sin embargo, las campañas publicitarias en las que se insiste en centrar la atención en la conducción para alejar los posibles despistes y distracciones: conducir usando el teléfono móvil, comer y beber mientras se conduce, etc.
La DGT afirma que, según sus datos, el consumo de alcohol y sustancias estupefacientes es uno de las principales causas de accidentes de tráfico, únicamente superado como comentamos por las distracciones y el exceso de velocidad.
Para los controles de velocidad, la Dirección General de Tráfico dispone de diferentes métodos de control: radares móviles, radares fijos, tramos controlados de velocidad, drones… En el caso de los controles de alcoholemia y estupefacientes, es imprescindible hacer controles en las diferentes vías.
¿Cuál es la tasa de alcohol máxima permitida?
La DGT sanciona a todos aquellos conductores que, tras la prueba del alcoholímetro, den como resultado una cifra superior a 0,25 miligramos por litro en aire espirado. En sangre, la tasa máxima permitida es de 0,5 gramos por litro. SI el conductor es novel, la tasa máxima legal es de 0,15 miligramos por litro en aire espirado y 0,3 gramos por litro en sangre.
Cuando se realizan controles de alcoholemia, los agentes de la Guardia Civil someten a los infractores a una segunda prueba que tiene lugar pasados 10 minutos desde la primera. Esta segunda prueba tiene lugar en una furgoneta dedicada especialmente a este tipo de controles, y no mediante un alcoholímetro portátil.
¿Y la multa por alcoholemia?
Los conductores que se someten a pruebas de alcoholemia y dan positivo deben abonar sanciones económicas o, en el peor de los casos, un delito penal. Si el alcoholímetro marca entre 0,26 mg/l y 0,50 mg/l, la sanción económica será de 500 euros y se pierden cuatro puntos del permiso de conducir.
Entre 0,50 y 0,60 mg/l la multa asciende a 1.000 euros y seis puntos retirados. Por encima de los 0,60 mg/l se incurre ya en un delito penal y la condena oscila entre los tres y los seis meses de prisión, de modo que es aconsejable acudir a un Abogado alcoholemia madrid. Los delitos de alcoholemia suelen solucionarse con mucha rapidez, pues es un aspecto legal que no reúne muchos aspectos subjetivos.
El juicio rapido alcoholemia es un proceso legal incluido en estos supuestos judiciales que se solucionan con demora. El juicio rápido incluye delitos como los hurtos, los robos, los delitos de drogas, contra la seguridad vial, alcoholemia, daños y en general todos aquellos delitos cuya investigación se valora que será sencilla y rauda.
A pesar de que los en este tipo de juicios, el infractor no tiene opciones de librarse de la sanción, económica o penal, siempre es aconsejable contar con los servicios de un abogado especialista en este tipo de causas.