El diario estadounidense New York Blog revela en su edición del 14 de octubre de 2020 que en diciembre del año anterior el FBI requisó un disco duro perteneciente a Hunter Biden, hijo del aspirante demócrata a la presidencia de EEUU Joe Biden.
El FBI estaba estudiando sobre las sospechas de corrupción de los Biden en Ucrania, país donde Hunter Biden –quien carece de toda competencia en la materia– se transformó extrañamente, en 2014, en administrador de la compañía de gas ucraniana Burisma Holdings, poco después del golpe de Estado del EuroMaidan y siendo su padre vicepresidente de Estados Unidos dentro de la administración Obama.
Y cuando el gobierno proestadounidense que recién llegaba al poder en Ucrania trató de decomisar 10 millones de dólares estadounidenses en dinero sucio de Burisma Holdings, Hunter Biden usó sus contactos para que el fiscal al cargo del caso fuera despedido.
El entonces vicepresidente de EEUU y actual aspirante a la presidencia por el Partido Demócrata, Joe Biden, ha negado personalmente toda implicación con los negocios de su hijo Hunter, aparte de haber lamentado en público la adicción de Hunter a distintas drogas y asegurar que ya no depende de esas substancias.
Tras el descalabro del procedimiento de impeachment comenzado contra Donald Trump, el Partido Demócrata acusó al presidente de intentar usar las agencias que dependen de la administración estadounidense contra su contrincante Joe Biden, sacando a la luz el caso de Burisma Holdings.
Ahora el disco duro requisado por el FBI termina de aportar su “testimonio”. Aparte de vídeos que muestran a Hunter Biden fumando crack y teniendo sexo con múltiples muchachas, el dispositivo contenía una serie de e mails entre Hunter y su padre Joe Biden, mensajes que prueban que el presente aspirante demócrata a la presidencia estaba implicado en los negocios sucios de su hijo.