Dentro de las maquinarias para la construcción, hay algunas que por la tarea que realizan resultan indispensables. Las hormigoneras encajan perfectamente en esa descripción, puesto que permiten prácticamente automatizar uno de los trabajos más pesados de toda obra, el mezclado de cemento y hormigón para su posterior vaciado.
Comprar una hormigonera o saber elegirla es casi tan esencial como tenerla para la ejecución de una obra. Saber los conceptos y las diferencias que le atañen a cada tipo de hormigonera es crucial, porque cada una puede tener una utilidad distinta, y lo ideal es no equivocarse en la elección.
Hormigoneras con motor gasolina
Posiblemente se trate de los modelos más conocidos y más utilizados en la actualidad en muchas obras. Así, las hormigoneras con motor gasolina son las más populares porque mezclan eficiencia y alto rendimiento a partes iguales, al tiempo que responden a las demandas de innovación que muchos usuarios profesionales tienen.
Su utilidad es diversa, dependiendo del tamaño o la capacidad de la cuba, ya que por el funcionamiento de su motor tienen la potencia necesaria para realizar trabajos en obras de envergadura, no necesitando mantenimiento del motor ni mucho menos, con un funcionamiento altamente eficiente.
Hormigoneras con motor diesel
De los motores con combustibles utilizados en las hormigoneras, los motores diésel son los más potentes en el mercado.
De ese modo, las hormigoneras automáticas con motor diesel son en la actualidad un requisito indispensable para las empresas del sector de la construcción que quieren afrontar proyectos grandes en proporciones, en calidad esperada y ajustados en cuanto a tiempos para su ejecución.
Los motores diesel son mucho más potentes, suelen integrarse en hormigoneras de mayor capacidad de cuba, tienen una mecánica mucho más simple pero no por ello menos eficiente, y también está el tema de los costes, ya que el combustible es más barato y la maquinaria también resulta en una más económica.
Hormigoneras eléctricas
Trabajar con cemento o con hormigón, sin embargo, no es cosa de profesionales o empresas que atiendan proyectos grandes, sino que también puede incrementarse la necesidad de automatizar el trabajo de preparación de la mezcla en situaciones más pequeñas, como profesionales del bricolaje y las reformas.
En ese caso, las hormigoneras eléctricas Umacon -por citar a una marca líder e histórica del mercado español- son ideales, ya que son más livianas, más fáciles de operar, igual de eficaces en la realización de su trabajo, pero requiriendo siempre de alimentación eléctrica para su funcionamiento.
Desde luego, las bondades tecnológicas que permiten los motores eléctricos les da a las hormigoneras de este tipo una situación de ventaja, ya que suelen integrar más funciones, ser más livianas, no contaminar absolutamente nada, e incluso encontrarse modelos plegables o para ensamblar, favoreciendo tanto los trabajos como la movilidad y almacenamiento tras su uso.
Hormigoneras industriales
Finalmente, este es un tipo de hormigonera que no se diferencia de las demás por la tecnología o el combustible de su motor, sino por la finalidad o el uso posible. Las hormigoneras industriales Umacon están pensadas para atender a la industria, a las grandes empresas del sector de la construcción y sus demandas de proyectos que avancen al mismo ritmo que las exigencias del mercado proponen.
Su principal diferencia con las demás está en su diseño -que suele tener 4 patas o, al menos, ser mucho más estables desde la perspectiva visual- y su capacidad, que en el caso de los modelos citados, es de 500 litros -hasta un 57% más que los modelos más grandes de hormigoneras no industriales-.
Adicional a eso, el motor suele ser diesel por cuestiones de potencia y consumo, siendo la elección ideal para las empresas cuyo objeto o trabajo principal está, precisamente, en la ejecución de obras.
Elegir la hormigonera adecuada va más allá de practicidad o diseños. El tipo de motor, la capacidad de la misma y contar con una marca de calidad es muy importante para asegurar rendimiento.