Los seguros vinculados a un préstamo o a un crédito son pólizas de vida cuyo capital asegurado suele ser decreciente y depende de la deuda que queda por pagar a la entidad financiera en dicho préstamo o crédito. Estos seguros suelen durar el tiempo en el que el préstamo (o crédito) está vigente. La mayoría de las entidades financieras exigen a sus clientes la suscripción de uno de estos seguros, generalmente con entidades aseguradoras asociadas a dicha entidad. De esta manera, se aseguran recuperar el dinero prestado en caso de fallecimiento o cualquier otra circunstancia vital que impida al beneficiario devolver el capital prestado.
Cómo vincular un seguro a un préstamo no resulta especialmente complicado. Por lo general, la entidad financiera se encarga de que el cliente suscriba dicho seguro para garantizarse la recuperación del dinero prestado, en caso de fallecimiento u otra circunstancia vital que impida al cliente devolver el capital que le ha prestado. Normalmente, los préstamos y créditos bancarios conllevan el pago de unos intereses. Pero también hay que saber que los préstamos sin intereses sí existen. Esto hace más sencillo devolver y suprimir la deuda contraída.
Es importante saber que suscribir un préstamo con una entidad, sea el tipo de préstamo que sea, no obliga a tener un seguro de vida vinculado. Sin embargo, es una opción bastante recomendable para que la familia no tenga que preocuparse de la deuda pendiente de pago, en caso de que ocurriera algo fatal que impida al beneficiario del préstamo a devolver dicho dinero, porque la póliza e ese seguro vinculado lo cubriría.
Un seguro de vida de amortización de préstamo puede dar lugar a un seguro de vida con capital constante. Con él, además de pagar al banco la cantidad adeudada, la parte sobrante de ese capital iría a parar a la familia.
Préstamos sin intereses
Dónde encontrar préstamos sin intereses resulta igualmente sencillo, cuando se acude a portales especializados de proveedores de préstamos.
Estos proveedores operan en nuestro país desde hace poco más de diez años y constituyen una herramienta muy útil, sobre todo para las personas que tienen problemas de liquidez. Son, asimismo, una vía rápida para obtener préstamos personales fácilmente en España, ya que facilitan los requisitos para poder solicitarlos.
Cada proveedor de préstamos quiere distinguirse de su competencia, así que muchos otorgan el primer préstamo sin intereses, según ciertos criterios.
Los proveedores de préstamos ofrecen un primer préstamo de entre 50 euros y 750 euros, a pagar en un plazo corto, de 30 días como máximo. Pero cuando se trata de promociones, hay algunos proveedores de préstamos que están ofreciendo un primer préstamo de 300 euros a pagar en diez días sin intereses, lo cual es una ayuda cuando alguien no tiene liquidez en un momento determinado.
De este modo el proveedor comenzará a conocer a su cliente y podrá confiar en él para y podrá ofrecerle un segundo préstamo. Pero con la diferencia de que ya no es el primero y, por lo tanto, sí conllevaría unos intereses.
Características
Los proveedores de préstamos tienen en común que sus trámites (las solicitudes de los préstamos) se realizan completamente online; que no piden documentos; que exigen pocos requisitos y los pocos que piden son fáciles de cumplir; que no solicitan avales ni garantías y que el cliente puede elegir la cantidad del préstamo y el plazo de devolución.
Una vez que el cliente envía su solicitud, el proveedor del préstamo da una respuesta en cuestión de pocos minutos.
Cada proveedor de préstamos maneja unos rangos de dinero, plazos de pago, tasas de interés (TIN y TAE) y condiciones y políticas de préstamos, pagos por anticipado e impagos muy particulares y diferentes entre sí. Todos tienen el objetivo de facilitar dinero a la mayor cantidad de gente que no puede pedir un crédito en un banco.
Requisitos
Los requisitos que los proveedores de préstamos solicitan a los peticionarios de dinero son, entre otros, acreditar tener una edad mínima de 18 años; ser ciudadano español y residir en España; tener un DNI o un NIE válido; tener una cuenta bancaria propia en un banco español y un teléfono móvil propio.
Estos requisitos son muy comunes y permiten a miles de personas puedan obtener un préstamo, aprovechando las promociones de préstamos sin intereses que ofrecen muchos de los prestamistas en su primer préstamo.
No s requiere una nómina para solicitar un préstamo personal, aunque sí probar que se percibe un ingreso constante, recurrente, como por ejemplo ingresos como autónomo, una pensión de incapacidad, pensión alimentaria, de viudedad o de jubilación, prestación de desempleo, alguna beca o subvención.
Por este motivo, los beneficiarios de estos préstamos sin intereses (sin intereses en el primer préstamo) son autónomos, amas de casa, viudos, jubilados, parados y estudiantes.
¿Con ASNEF?
Sí: incluso si el peticionario está incluido en la lista de morosos de ASNEF. Los proveedores de préstamos buscan beneficiar a la mayor cantidad de personas posible y aprueban préstamos a las personas en ASNEF, porque pertenecer a este fichero no define la capacidad de pago de una persona. No obstante, si una persona está en ASNEF debe indicarlo en su solicitud.
No se debe de pedir un préstamo a la ligera, sin analizar la responsabilidad en la que incurre todo beneficiario. Un préstamo sólo debe pedirse cuando no hay otra forma de obtener una inyección de efectivo para solventar un imprevisto. Todos los préstamos tienen un coste y éste se forma por los intereses y comisiones que los proveedores de préstamo cobran por prestar dinero.
Normalmente, las tasas de interés que ofrecen los proveedores de préstamos (sin considerar las promociones con tasa 0%) son más altas que en el sector bancario, pues este tipo de préstamos son de alto riesgo.